Prólogo

“La herencia de Mons. Escrivá de Balaguer”, escrito por Luis Ignacio Seco.

Este amplio reportaje sobre el Opus Dei es una pequeña contribución a una deuda personal de gratitud hacia esta apasionante realidad cristiana de nuestros días. En 1958 contraje matrimonio mixto en Londres con una señorita británica de religión anglicana. Once años después, cuando teníamos ya cuatro hijos y me encontraba ausente de Madrid por motivos de trabajo, mi mujer abrazaba la fe católica, en pleno ejercicio de su libertad. El paso, desde luego, no fue cosa de un día, sino el desenlace de un difícil proceso que pude seguir muy de cerca: Dios se había servido del Opus Dei para llevar a término, con verdadero derroche de gracia humana y divina, este proceso hacia la plenitud de la fe cristiana, para mí tan entrañable.

No hace falta decir, por tanto, que estas páginas están escritas con conocimiento de la realidad del Opus Dei. Después de consultar la bibliografía existente sobre la Obra, he acudido a los testimonios directos. En estas páginas el lector encontrará declaraciones de gentes muy distintas –unas del Opus Dei, otras no sobre la Obra.

Ultimada la primera redacción de este reportaje, falleció en Roma de improviso Mons. Escrivá de Balaguer. La noticia provocó en todo el mundo infinidad de artículos y comentarios sobre la vida y la Obra del Fundador del Opus Dei, que ocuparían bastantes libros como éste. En la primera edición incluí testimonios de la prensa internacional. En esta segunda edición doy amplia noticia de los sucesos ocurridos en estos años: las declaraciones de la Santa Sede sobre el Opus Dei, la rápida extensión por todo el mundo de la devoción privada al Fundador de la Obra y el comienzo de su Proceso de Beatificación y Canonización.

Desde la primera edición de este libro ha tenido lugar otro acontecimiento de notable importancia: Juan Pablo II erigió el Opus Dei en Prelatura personal el 28.XI.82. El Papa llevó así a la práctica la nueva figura jurídica contemplada por el Concilio Vaticano II, y desarrollada en documentos posteriores por Pablo VI. Con la Constitución Apostólica Ut sit, Juan Pablo II nombró también Prelado del Opus Dei a Mons. Alvaro del Portillo, quien trabajó siempre inseparablemente unido a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer.

Quiero agradecer aquí la inestimable colaboración de los que han realizado las entrevistas, tomadas de la prensa muchas de ellas, así como la de todos los autores que cito en el texto, por el formidable y exacto material escrito que me brindaron.