“Isidoro 100%” es el título de la última biografía sobre Isidoro Zorzano, escrita por Enrique Muñiz, y presentada en la misma universidad donde Isidoro pasó sus años como estudiante de Ingeniería Industrial.
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María Zavala, ingeniera industrial, condujo el acto organizado por algunos alumnos de la Escuela interesados en conocer detalles de la vida de Isidoro Zorzano, ingeniero que compartió las mismas aulas que ellos y que ahora está en proceso de canonización.
Enrique Muñiz, el autor, y María, estudiante, reprodujeron la conversación del libro, que se desarrolla a través de las preguntas al autor de una joven que cursa Industriales en la Escuela madrileña.
El acto tuvo lugar ante decenas de estudiantes y algunos profesores de la Escuela, abierto a preguntas de los asistentes. El autor subrayó que la vida de Isidoro Zorzano estuvo “llena de cosas muy normales y de constantes detalles de servicio a los demás”, en la búsqueda de la santidad en las actividades cotidianas.
Como señala la revista Omnes, en “Isidoro 100%” se recogen trazos significativos de los 259 testimonios, más de dos mil páginas, que se recogieron tras su fallecimiento, debido a un linfoma cuando estaba cerca de cumplir 41 años y trabajaba como ingeniero de ferrocarriles. Gracias a la documentación reunida, el armazón del relato de Muñiz está formado con los testimonios, que se agrupan por temas en una larga conversación con una alumna de la Escuela en el entorno de la Capilla de Industriales.
“No solamente hablé con Cristina —señaló Muñiz en la presentación—, que es la única que figura en el libro. Las preguntas sobre Isidoro que supuestamente hace ella en el relato vienen también de conversaciones con profesores, otros alumnos, el capellán de la Escuela, y gentes de la parroquia de san Alberto Magno, en la que reposan los restos mortales de este argentino”.
Destaca la revista Omnes, que tras su investigación, el autor describe a Zorzano como “cercano, amable, educado, superservicial, superingeniero, sencillo, humilde, y en su enfermedad mostró el valiente heroísmo con el que vivió toda su vida”.
En la última conversación que tuvo con san Josemaría, el día antes de morir escribió el beato Álvaro que Isidoro preguntó: “Padre, ¿de qué asuntos me tengo que preocupar en cuanto llegue al cielo. Por qué quiere que pida? Y el Padre le respondió que pidiera, en primer lugar, por los sacerdotes; después por la sección femenina de la Obra, por la parte económica… Y cuando salió el Padre, con la emoción que se puede suponer, ante la reacción extraordinariamente sobrenatural de Isidoro, él se quedó lleno de alegría: ¡pronto iría al cielo y, desde allí, podría trabajar mucho por lo que más le preocupaba al Padre!”.
El 21 de diciembre de 2016, el Papa Francisco, con el voto favorable de la Congregación de las Causas de los Santos, autorizó que se publicase el decreto por el que se declaraba "venerable" a Isidoro Zorzano.
Termina señalando la reseña de Omnes que en el libro se recogen algunos favores y peticiones a Isidoro, y sus devotos son variadísimos, señala el autor, que ha dejado escrito: “Ojalá la lectura de estas páginas sirva también para animar a alguien a pedir a Dios un milagro por la intercesión de Isidoro, que sirva para su beatificación…, y luego otro, si Dios quiere, para la canonización”.