Poner la cultura al alcance de todos

La educación universitaria es una siembra de verdad y de libertad, con la que se intenta poner la cultura al alcance de todos. Así definió la Dra. Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y profesora de la Universidad de Navarra, la actividad académica en la clausura de curso del CM Alborán.

La catedrática López Moratalla.

Con ocasión del Centenario del beato Josemaría Escrivá, la profesora López Moratalla centró su conferencia en la influencia del mensaje del fundador y primer gran canciller de la Universidad de Navarra en el ámbito universitario. Recordó algunos aspectos de esa enseñanza que han marcado su trabajo como catedrática: "Vivir la docencia y la investigación con el deseo de poner el bien de la cultura al alcance de todos, para mejorar a las personas y sus condiciones de vida, con el convencimiento de que habrá comprensión y concordia cuando los hombres se acostumbren a decir y a oír la verdad”, según explicaba el fundador del Opus Dei.

López Moratalla manifestó la impresión que produjo en su vida personal y profesional su primer encuentro con Monseñor Josemaría Escrivá durante la celebración de la Santa Misa en el campus de la Universidad de Navarra, el 8 de octubre de 1967. "Fue una intensa experiencia oírle explicar, en el marco de ese templo singular, que es el campus, que el verdadero lugar de la existencia secular cristiana es la vida ordinaria; allí escuché a un santo palabras difíciles de olvidar. Palabras de ánimo y reto a la inteligencia que busca acercarse a Dios".

"En mi concepción, la investigación se apoyaba en la confianza de alcanzar la verdad -continuó la profesora López Moratalla-, pero mi horizonte profesional se abrió en esos días al fundirse con un proyecto apostólico de gran hondura evangélica. Vislumbré entonces que la identidad cristiana es mucho más que una cabeza bien formada a la luz de la fe; es, además, vivir en cristiano, insertado en Cristo, para que el amor de Dios penetre y modere la inteligencia y el estudio, dando unidad a todo el quehacer diario".

Mesa de ponentes en el CM. Alborán.

"Durante estos años -expuso- he comprobado que cuando un profesor se manifiesta, no sólo como conocedor de su materia sino también como lo que es: un cristiano -éste era el consejo del Beato Josemaría siempre-, su testimonio coherente no condiciona al alumno sino que constituye siempre una semilla de libertad". También el esfuerzo generoso por transmitir a los alumnos en poco tiempo lo que supuso muchas horas de estudio ver claro, establece -en palabras de Natalia López Moratalla- una sintonía con los estudiantes. Y en el aula se abre un diálogo sobre cuestiones humanísticas, éticas y personales. "Una relación personal -añadió- que no les condiciona, sino que constituye siempre una semilla de libertad. He aprendido de las enseñanzas del beato Josemaría que la formación de la conciencia de los alumnos es una responsabilidad ineludible. Por mi parte, en la docencia de las ciencias naturales es esencial que reconozcan los límites éticos".

El acto contó con la presencia, en representación del Rector, de la directora del Secretariado de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sevilla, Mª Cruz Arcos Vargas, que destacó la función de complemento en la formación de los alumnos que realizan los colegios mayores y alentó a las alumnas del mayor a aprovechar esa formación humana, académica y cristiana que reciben, siguiendo un punto central del mensaje del beato Josemaría: santificar el trabajo y santificarse en el trabajo.