Paz en las familias y en los colegios

En una sociedad organizada por criterios de productividad y eficiencia hay que dar entrada a la paz y a la solidaridad, en la familia y en los centros educativos. Así se concluyó en la mesa redonda: “San Josemaría Escrivá y la educación”, organizada por los colegios Altaduna y Saladares (Almería).

Numerosos padres y educadores acudieron al acto.

La mesa redonda se celebró con motivo del Centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei. Compartieron mesa con la doctora Sastre, Francisco Altarejos, profesor de Filosofía de la Educación en la Universidad de Navarra, y Antonio Rodríguez-Campra, Director de Recursos Humanos del grupo educativo Attendis. El acto tuvo lugar en el salón de actos de la Fundación Unicaja de Almería y lo moderó la periodista Loreto Calderón, directora de Ele Medios.

“La libertad no es una fuerza autónoma”, manifestó la doctora Sastre, también docente en la Universidad Autónoma de Madrid. En su intervención expuso la importancia de la familia para detener el avance de la sociedad de consumo, al ser el ámbito familiar cuna de la solidaridad, de la convivencia y un encuentro que constituye “una cadena de energía”.

Aludió a Josemaría Escrivá de Balaguer, por el papel central que dio siempre a la familia y a la mujer en la sociedad. Para la doctora Sastre, “el amor tiene una enorme inventiva: en cinco minutos puede decir mucho más que el desamor en cinco horas”. Y animó al público, formado mayoritariamente por padres y madres, a “estrujar el tiempo” porque “si hay que dedicar tiempo a algo, es a la familia”.

El profesor Altarejos apostó por la confianza como valor nuclear en la tarea educativa. “No se trata de una técnica sino de un aprendizaje moral”, precisó. Para Altarejos, “el alumno está siempre esperando al maestro que hay detrás del profesor, y al amigo que hay detrás del maestro”, puesto que “se educa más por lo que se es que por lo que se sabe”.

También hubo lugar en la mesa para repasar sucintamente la historia del grupo educativo Attendis. Antonio Rodríguez-Campra recordó su nacimiento que, afirmó, debe mucho al impulso y aliento inicial del fundador del Opus Dei. “Josemaría Escrivá se daba cuenta de la importancia de que los padres se incorporaran en la tarea de educar a sus hijos: que vivieran el colegio de sus hijos”, explicó. Hablar en los años 60 del papel protagonista de los padres en la educación de los hijos resultaba “una idea rompedora” aunque “sencilla”, añadió. El especialista en Recursos Humanos matizó que Josemaría Escrivá “no se propuso nunca escribir un tratado sobre educación” pero “resultó ser un pedagogo excepcional, porque enseñó con su vida”.