"¡Levantaos, vamos!", testimonio biográfico del Papa

Juan Pablo II celebró el pasado 18 de mayo su cumpleaños con una jornada de trabajo normal. Con motivo de esa fecha, se ha publicado su nuevo libro '¡Levantaos, vamos!' en el que medita sobre su vocación y su ministerio episcopal.

Juan Pablo II festejó ayer su 84 aniversario «con una jornada de trabajo normal y de acción de gracias a Dios por el don de la vida», según su portavoz, Joaquín Navarro-Valls. El único extraordinario fue «invitar a almorzar a sus más estrechos colaboradores de la Curia romana», mientras las felicitaciones de todo el mundo inundaban el Vaticano y su libro «¡Levantaos! ¡Vamos!», llegaba a las librerías.

Mi vocación

«El manantial de mi vocación lo encuentro, palpitante, en el Cenáculo de Jerusalén. Doy gracias a Dios por haber podido rezar, durante el Gran Jubileo del año 2000 allí, en la «sala superior» donde se desarrolló la Última Cena». En este momento vuelvo con el pensamiento a aquel jueves memorable, cuando Jesucristo constituyó a sus apóstoles en sacerdotes de la Nueva Alianza».

El obispo, con los científicos

«Es notorio que no todos los obispos muestran un interés particular por el diálogo con los estudiosos. Sin embargo, en mi opinión, vale la pena que los sacerdotes y los obispos entren personalmente en contacto con el mundo de la Ciencia y sus protagonistas (...) y deben mantener una relación estrecha con la vida universitaria: leer, reunirse, discutir, informarse sobre lo que allí sucede».

Un canto en el Cónclave de 1978

««Señor, me has mirado a los ojos,/ sonriendo has dicho mi nombre,/ en la arena he dejado mi barca,/ junto a ti buscaré otro mar». El profundo significado de esa canción me sostuvo cuando tuve que hacer frente a la decisión del Cónclave. Después, a lo largo de el Pontificado, he tenido presente esta canción, que me han cantado en Polonia y otros países. Escucharla me recuerda mis encuentros de obispo con los jóvenes».

Camino neocatecumenal y Opus Dei

«He estado también al lado de iniciativas nuevas en las que sentía el soplo del Espíritu de Dios. Con el Camino Neocatecumenal me he encontrado solamente en Roma. También con el Opus Dei, que erigí en Prelatura personal en 1982. Se trata de dos realidades eclesiales que despiertan en los laicos un gran deseo de vincularse a ellas. Ambas iniciativas han salido en España, país que tantas veces en la historia ha dado impulsos providenciales para la renovación espiritual. En octubre de 2002 tuve la alegría de inscribir en el registro de los santos a Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, celoso sacerdote, apóstol de los laicos para tiempos nuevos».

Mártires del siglo XX

«En 1999 beatifiqué a 108 mártires, víctimas del nazismo, entre los que se contaban tres obispos. Un ejemplo muy conocido de sacrificio en el martirio es el del franciscano polaco san Maximilian Kolbe, que dio su vida en Auschwitz ofreciéndose por otro prisionero, un padre de familia, al que no conocía. Pero hay también mártires más cercanos a nuestros días. Recuerdo, con emoción, mis encuentros con el cardenal François-Xavier Nguyen Van Thuan, testigo de la Cruz en sus largos años de cárcel en Vietnam».

Epílogo: «¡Levantaos! !Vamos!»

«Haciendo eco a las palabras de nuestro Maestro y Señor, os repito a cada uno de vosotros, queridísimos hermanos en el Episcopado: «¡Levantaos! ¡Vamos!». Vayamos adelante, fiándonos de Cristo. Él nos acompañará en el camino hasta la meta que sólo Él conoce».

Juan Vicente Boo // ABC (España)