La nueva sociedad rural del conocimiento

“Hemos de ayudar a todos los del medio rural, para que tengan un mínimo de abundante de bienestar y de comodidad, de cultura”. Estas palabras de Josemaría Escrivá alentaron hace 35 años la creación de las Escuelas Familiares Agrarias, de las que informa en un reportaje Alfa y Omega.

La responsable de la Efa 'El gamonal'

Han pasado ya 35 años desde que se fundaran las primeras Escuelas Familiares Agrarias (EFAS) con un modelo similar al de las Maisons Familiales Rurales francesas. Cuando uno de los primeros iniciadores, años más tarde, le presentó al fundador del Opus Dei, el hoy beato Escrivá de Balaguer, el proyecto, éste le comentó: “Estáis comenzando en muchos sitios a hacer una labor colosal, con la que soñaba por lo menos desde 1930... En esos años, yo escribí unas notas que se deben conservar en algún lado, a propósito de este trabajo que estáis haciendo ahora espléndidamente. Porque hemos de ayudar a todos los del medio rural, para que tengan un mínimo de abundante de bienestar y de comodidad, de cultura. Tienen tanto derecho como los demás”.

Hoy la implantación de las EFAS es una realidad fecunda de promoción social del mundo rural en España, que no olvida valores fundamentales, como son la participación de la familia en el proceso educativo y las acciones de educación en grupos reducidos.

La preocupación por el desarrollo del mundo rural, por la creación de la nueva sociedad rural del conocimiento, sigue siendo el móvil de este conjunto, de estas realidades formativa, como señaló José Borrego Matías, director de Formación de la Unión Española de Escuelas Familiares Agrarias (UNEFA), en el acto que las EFAS organizaron en homenaje al fundador del Opus Dei.

José Pellicer, en su intervención sobre el beato Josemaría.

En estos momentos hay en el territorio español 35 escuelas, distribuidas en 9 Comunidades Autónomas: Andalucía, Extremadura, Aragón, Madrid, Castilla-La Mancha, Comunidad de Valencia, La Rioja, Cataluña y Galicia. Conscientes del cambio que se está produciendo en el primer sector de la economía y en el mundo rural, las EFAS quieren dar una respuesta al proceso de terciarización de la economía.

Según destacó José Borrego, “mientras que en 1970 la población activa dedicada a la agricultura era del 30 %, en 2000 fue del 7%, y en 2010 será aproximadamente de un 4%. Paralelo a ello, sigue creciendo el sector dedicado a los servicios que, si en 1970 era del 33%, en 2000 fue del 61%, y en 2010 llegará probablemente a un 70%”.

Para María Teresa Salinero, directora de la EFA El Gamonal, “el sistema propio de formación de las EFAS se fundamenta en tres ejes: el primero es la alternancia educativa como metodología de trabajo, a través de la cual se alternan períodos de estancia en las empresas con períodos de formación en las Escuelas. Contamos con 3.000 empresas colaboradoras, la mayoría de ellas pequeñas y medianas empresas, generadoras de riqueza para el medio rural”.

“El segundo eje -continuó- es la participación de las familias y de los responsables sociales en el medio rural. En esta participación, que es una implicación real de muchas personas, hay asignadas responsabilidades a todos los niveles. Y, por último, nos centramos en un proyecto socio-profesional personal, que trata a cada joven de manera individualizada y busca el desarrollo de los grandes potenciales que lleva dentro”.

66.000 antiguos alumnos

Los datos de los frutos de las EFAS son ya harto elocuentes. Como asegura María Teresa Salinero, “solamente en cursos de formación reglada, las Escuelas Familiares Agrarias cuentan ya con alrededor de unos 30.000 antiguos alumnos que han pasado por alguna de sus aulas. De ellos, más del 90% actualmente tienen un empleo debido a la cualificación que obtuvieron. Si tenemos en cuenta los 16.000 alumnos que han participado en cursos para desempleados, y los 21.000 que han recibido programas de formación continua para trabajadores en activo, la cifra de antiguos alumnos se eleva a 66.000”.

Una de las dimensiones del trabajo social de las EFAS es su marcada presencia internacional. Joaquín Torregrosa Botella, miembro del Bureau internacional de la Asociación Internacional del Movimiento Familiar Rural, recordó en su intervención que “los países en vías de desarrollo representan el 70% del territorio y el 80% de la población. Están por debajo de 10.000 dólares, muchos de ellos no llegan a los 2.000, que es lo que se podría llamar el nivel de la miseria. Y, especialmente en África, grandes regiones están por debajo de los 5.000 dólares, lo que significa una pobreza dramática. Desde UNEFA llevamos 20 años trabajando a favor de la creación por el mundo de escuelas como las nuestras. UNEFA presenta programas y proyectos de la Agencia Española de Cooperación y a la Unión Europea, y a todas las instancias que recientemente se han sumado a la ayuda al desarrollo. En los últimos 10 años desde UNEFA se han canalizado 6 millones de euros. Euros dedicados al desarrollo. No a la beneficiencia”.

José Francisco Serrano-Alfa y Omega