La doctora Celine Tendori visita una vez por semana cada uno de los tres dispensarios situados en zonas de difícil acceso en la selva congoleña para atender a mujeres embarazadas. Hasta trasladar la mesa, el equipo electrógeno y el ecógrafo. "Son cuatro horas de trayecto", señala.
Esos ambulatorios médico-sociales se conocen como "antenas" y forman parte del Centro Hospitalario Monkole. Cuando el centro abrío sus puertas, comenzó con tres camas y atención ambulatoria. Poco a poco, a medida que consiguieron recursos, han ido ampliando hasta las 150 camas y 2 quirófanos que dan servicio a cerca de 100.000 congoleños.
Pero no todo el mundo puede trasladarse hasta el hospital cuando está enfermo. De ahí la importancia y utilidad de las "antenas". "Solo dispongo de un ecógrafo y tengo que llevarlo de un lugar a otro. Es tan pesado que se necesitan cuatro hombres fuertes para transportarlo", ha explicado la doctora.
Recientemente en una de sus visitas a la selva y gracias a ese aparato, logró salvar la vida de una mujer embarazada de mellizos que llevaba dos días de parto. "Le hice una ecografía y vi que uno de los bebés estaba en posición transversal. Si no hubiera llegado, hoy estarían muertos los tres", recuerda