José María Hernández Garnica, pronto en la iglesia de Montalegre

El pasado 21 de junio cerca de un centenar de personas asistió al coloquio en torno a la vida del Siervo de Dios José María Hernández Garnica, uno de los tres primeros sacerdotes del Opus Dei.

Cartel del acto

El centro del acto, que tuvo lugar en el Auditorio del Patio Manning (Barcelona), fue un coloquio acompañado por la entrevista de la periodista, Mercè Miralles, a una sobrina del D. José María Hernández Garnica , Teresa Temes Hernández. Esta contó recuerdos entrañables de su tío vividos en su familia, antes, durante y después de la guerra: la época de los estudios para obtener el doctorado en Ciencias naturales y el título de ingeniero de minas, y después los de filosofía y teología necesarios para recibir las sagradas órdenes. Resaltó la buena sintonía que había en la familia, secundando su vocación y cómo, ante las necesidades imperiosas para empezar la primera labor apostólica promovida por mujeres del Opus Dei en París, supieron allí contribuir con gran generosidad.

Recordó como Hernández Garnica, apenas ordenado sacerdote, pudo darle la primera comunión. Y también la preocupación de su tío por la formación humana y espiritual de todos los familiares. De hecho -reconoció- tuvo mucho que ver con la motivación que la llevó, cuando ya era licenciada en Filosofía y Letras, a ir a Kenia, en el tiempo del presidente Jomo Kenyatta, cuando acababa de obtener la independencia.

Teresa Temes Hernández

Allí trabajó con otras personas del Opus Dei en la promoción de actividades educativas, como la de Kianda College , que está en el origen de los afanes para la plena integración de la mujer africana y de las primeras experiencias de convivencia interracial. Don José María Hernández Garnica, en quien San Josemaría Escrivá de Balaguer había depositado tanta confianza en el impulso del apostolado en diferentes países de Europa y África, seguía estas labores muy de cerca. Lógicamente eran a menudo tema de las cartas con su sobrina, que recordaba el dicho del fundador del Opus Dei que no hay más raza que la de los hijos de Dios , y todo lo que él esperaba de África.

Teresa Temes hizo mención también de la correspondencia mantenida con su tío los últimos meses de su vida, ya gravemente enfermo, que reflejaba su sentido sobrenatural, sencillo y práctico, abandonado plenamente en manos de Dios. Teresa Temes finalizó la intervención leyendo una entrañable carta de san Josemaría que recibió estando Kenia, poco después de su traspaso, uniéndose a su dolor y elogiando la fidelidad y servicio a la Iglesia, tanto señaladas en él.

La sesión estuvo presidida por Pilar Álvarez, antigua profesora del Colegio Canigó, y contó también con la intervención inicial de Mn. Francesc Perarnau, rector de Montalegre , quien expuso, brevemente, el momento en que se encuentra el proceso de canonización del Siervo de Dios, ahora en estudio en Roma, en la Congregación para las Causas de los Santos.

Durante el coloquio con la sobrina del Dr. Hernández Garnica, Teresa Temes Hernández.

La experiencia de quienes asistieron al acto ha ayudado a fortalecer la convicción de que la caridad de D. José María Hernández Garnica se seguirá manifestando a través de muchos favores que obtendrá de Dios.

Traslado de los restos mortales

En el acto, motivado por el anuncio del traslado en su momento de los restos del Siervo de Dios, José María Hernández Garnica, desde el cementerio de Montjuïc a una capilla de la iglesia de Montalegre, el arquitecto que ha preparado el proyecto, Antonio Maltas, explicó las características de la capilla del Santísimo, donde serán depositados los restos mortales. El traslado ya ha sido autorizado por la Congregación para las Causas de los Santos, de acuerdo con el Cardenal Arzobispo de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach.

En el Patio Manning.

Todo está concebido a tono con la sencillez y sobriedad del conjunto. La atención confluye en el lugar de la reserva eucarística, donde ya hay dos ángeles en adoración mirando el sagrario, de Joan Mayné, y donde se situará en un punto adecuado una talla barroca de la Dolorosa, existente desde hace años en la iglesia. Un ámbito muy adecuado para dar gracias a Dios por los favores que llegan por la intercesión de este Siervo de Dios, uno de los tres primeros sacerdotes del Opus Dei, ordenado en 1944. Se quiere mostrar el cariño que, como tantos otros lugares donde trabajó, se le manifiesta en Barcelona, ciudad de su traspaso el 7 de diciembre de 1972, y donde, a raíz de su ordenación sacerdotal, había realizado una amplia labor pastoral a través de la predicación de retiros y de la orientación espiritual.