INFANCIA EN LOGROÑO (1905-1912)

Biografía de ISIDORO ZORZANO LEDESMA. Ingeniero Industrial. (Buenos Aires, 1902-Madrid, 1943) por José Miguel Pero Sanz.

Mientras Argentina conoce, entre 1905 y la Primera Guerra Mundial, un período de gran pujanza, no sucede lo mismo con la España a la que regresaban Antonio Zorzano y Teresa Ledesma, con sus hijos.

Por el contrario, en aquellos años atravesaba España una de las fases más problemáticas de su historia contemporánea. La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en 1898, hizo tomar conciencia de que el país había venido a ser una potencia de ínfimo orden.

En lo económico, se sufre la pérdida del mercado ultramarino. El obrerismo se organiza, para sus reivindicaciones, en torno al socialismo y al anarquismo. Este último sacude al país con la violencia terrorista. A ello se suman los brotes de regionalismo independentista, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco.

Declarado mayor de edad con 16 años, Alfonso XIII había comenzado a reinar el 17 de mayo de 1902 (cuatro meses antes de nacer Isidoro). En verano de 1903, había visitado Logroño.

Era la capital riojana una pequeña ciudad provinciana, centro comercial y administrativo de la zona. Alcanzaba por entonces la cifra de 20.000 habitantes y comenzaba sus primeros ensanches urbanos: el índice de crecimiento demográfico era elevado y, por otra parte, estar censado en la capital otorgaba la consideración de «señorito».

En cuanto a preferencias políticas, la provincia era claramente liberal. Se trataba de un liberalismo no doctrinario —los riojanos, por ejemplo, se consideraban fervientes cristianos—, sino más bien de adhesión personal a los líderes liberales, como el recién fallecido Sagasta y su sobrino Amós Salvador.

En lo eclesiástico, La Rioja constituía la diócesis de Calahorra-La Calzada. De acuerdo con el Concordato de 1851, la Sede diocesana debería haberse mudado a la capital; pero la oposición de las dos ciudades titulares había impedido el traslado. También es cierto que Logroño carecía de catedral, aunque su templo de Santa María de la Redonda tenía rango de «Insigne Iglesia Colegial». Aparte de la Redonda, dos parroquias más cuidaban de la feligresía local. Algún otro templo, el Seminario Conciliar y varias comunidades religiosas, así como los colegios de los Hermanos Maristas y La Enseñanza, completaban el cuadro institucional de la Iglesia.

Por lo que se refiere a la economía, los primeros años del siglo XX no estaban resultando muy boyantes para la región. Desde 1900 la plaga de la filoxera atacaba las viñas riojanas, y la producción vinícola se redujo a un décimo de lo habitual. Aunque la ciudad presumía de no tener mendigos, lo cierto era que escaseaban los productos de primera necesidad.