Cerca de 2.000 personas arropan al Prelado del Opus Dei, Mons. Ocáriz, en Covadonga

El Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, ha acudido este viernes, 13 de julio, al Santuario de Covadonga invitado por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, con motivo del Año Jubilar Mariano del Centenario de la Coronación Canónica de la Santina, que se está celebrando este 2018.

El prelado del Opus Dei reza, junto al Arzobispo de Oviedo, ante La Santina en la Santa Cueva (Covadonga, Asturias)

Iglesia en Asturias Cerca de 2.000 personas arropan al Prelado del Opus Dei, Mons. Ocáriz, en Covadonga

La visita dio comienzo a las 12,30 h. con el rezo del Ángelus en la Santa Cueva, donde, ante la Virgen de Covadonga el Arzobispo de Oviedo manifestó su gratitud por la presencia de Mons. Ocáriz, que hoy “se acerca como peregrino a saludar a su Madre”. Por su parte, el Prelado manifestó que acudía al Santuario “como un peregrino entre tantos, recordando la última vez que estuve con mi predecesor, don Javier”. La Virgen estrenaba para la ocasión un manto rojo con bordados dorados, donación de la asturiana Asociación Cultural Cares por este Año Jubilar.

Al salir, Mons. Ocáriz recorrió a pie el trayecto entre la Santa Cueva y la Basílica ante la presencia de cerca de dos mil visitantes llegados desde todos los puntos de Asturias, pero también desde Palencia, Valladolid, Santander o Galicia.

La eucaristía, concelebrada además por unos cincuenta sacerdotes, dio comienzo a la una del mediodía, con las palabras de Mons. Sanz, (Aquí el texto completo)recordando la visita de San Josemaría Escrivá a Covadonga, a comienzos de los años 40 del pasado siglo: “San Josemaría fue peregrino de este bendecido lugar –dijo– santuario primordial y cuna de España. Él hablaba con hermosa confidencia en una ocasión: mi preferencia va a los gestos y a las palabras que han quedado entre cada alma y la Madre de Dios; a esos millones de jaculatorias, de piropos callados, de lágrimas contenidas, de rezos de niños, de tristezas convertidas en gozo al sentir en el alma la caricia amorosa de Nuestra Madre. Esto también es Covadonga”.

En su homilía (Aquí texto completo), Mons. Ocáriz agradeció al Arzobispo de Oviedo “su invitación a venir a Covadonga, y al señor Abad su acogida, con ocasión del Año Jubilar Mariano, que me permite arrodillarme hoy –como hizo repetidas veces san Josemaría– ante la Santina, como la llamáis cariñosamente en esta tierra”. Además, tuvo un recuerdo especial para este Año Jubilar, agradeciendo al Señor sus frutos: “Muchas personas han podido venir hasta aquí buscando perdón y protección, y han vuelto a sus casas con un corazón renovado”, mencionó la importancia de “rezar por los frutos del próximo Sínodo sobre la fe y el discernimiento vocacional de los jóvenes”, y recordó especialmente la figura de la Virgen María, manifestando que “cuando la Virgen está presente en nuestros días, cambia el clima interior, el ambiente familiar o del lugar de trabajo: las cosas se miran de otra manera”.

Álbum de fotos de la Visita