Una química que amplió el espacio público femenino

Mercedes Montero presentó hoy en Madrid su libro “En vanguardia” sobre la próxima beata Guadalupe Ortiz de Landázuri, química e investigadora del Opus Dei, “una mujer que empoderó a muchas otras”, “una pionera en la ampliación del espacio público femenino en la primera mitad del siglo XX”.

Mercedes Montero, En Vanguardia. Guadalupe Ortiz de Landázuri, 1916-1975, ediciones Rialp, Madrid 2019, 310 pp.

Montero, doctora en Ciencias de la Información y en Historia Contemporánea, dijo de Ortiz de Landázuri que “no se paraba a deshojar la margarita. Lo veía, le parecía bien y bueno y lo hacía. Evidentemente una mujer que diríamos va con el machete abriendo su propio camino en la selva de la vida: en vanguardia”.

Esta autora, profesora de Periodismo en la Universidad de Navarra, dijo que Guadalupe fue “uno de los rarísimos especímenes femeninos que estudiaron en la Universidad antes de la guerra civil. Cuando ella se matriculó solo había un 6% de chicas entre los alumnos de la Universidad española. No lo dudó ni un instante: este ejemplo de hacer algo serio profesional con su vida la sitúa como una pionera”.

La fidelidad a la vocación cristiana, su afán aventurero, aficiones, viajes, doctorando, docencia e investigación, “forman una personalidad muy atractiva, que vivió lo ordinario de modo extraordinario y que puso al servicio de Dios las cualidades notables que El mismo le había dado y logró el ciento por uno. El amor a Jesús fue el motivo de su existencia. No hubo otro”, explicó la autora de la biografía editada por Rialp.

Mercedes Montero dijo que no era una super mujer, inalcanzable, inimitable, “sí era aventurera, montaba a caballo, le encantaba la natación y el tenis e incluso se atrevió a volar. Eso es muy chocante porque en los años 20 y 30 la educación de las niñas permitía solo ciertos ejercicios como el ballet. Lo demás se consideraba de escaso tono para una señorita”.

En su opinión, “Guadalupe se encuentra en la estela de mujeres cuya vocación profesional, universitaria, investigadora, es tan aguda, que vuelven a ella en cuanto pueden. Y se convierten así en un ejemplo para otras, que quizá eran más conformistas. Guadalupe no era conformista. Estas son las mujeres que abren el espacio público a las que viene detrás... hasta que lo que era algo poco ruidoso se convierte en una auténtica movilización social: punto en el que estamos hoy”.

Guadalupe Ortiz de Landázuri (1916-1975) será beatificada en Madrid el 18 de mayo en una ceremonia que presidirá el cardenal Becciu, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos y a la que asistirán 12.000 personas de setenta países.