Escrivá y la autoridad

Capítulo de "El Fundador del Opus Dei y su actitud ante el poder establecido"

Tanto el comportamiento como los escritos de Josemaría Escrivá demuestran  el hondo aprecio que tenía por la libertad individual, como se advierte en estas consideraciones espirituales recogidas una obra póstuma publicada en 1986 bajo el título de Surco. 313 Qué triste cosa es tener una mentalidad cesarista, y no comprender la libertad de los demás ciudadanos, en las cosas que Dios ha dejado al juicio de los hombres.

392. Las decisiones de gobierno, tomadas a la ligera por una sola persona, nacen siempre, o casi siempre, influidas por una visión unilateral de los problemas.

—Por muy grandes que sean tu preparación y tu talento, debes oír a quienes comparten contigo esa tarea de dirección.

397. Si la autoridad se convierte en autoritarismo dictatorial y esta situación se prolonga en el tiempo, se pierde la continuidad histórica, mueren o envejecen los hombres de gobierno, llegan a la edad madura personas sin experiencia para dirigir, y la juventud —inexperta y excitada— quiere tomar las riendas: ¡cuántos males!, ¡y cuántas ofensas a Dios —propias y ajenas— recaen sobre quien usa tan mal de la autoridad!

968 Los hombres mediocres, mediocres en cabeza y en espíritu cristiano, cuando se alzan en autoridad, se rodean de necios: su vanidad les persuade, falsamente, de que así nunca perderán el dominio.

Los discretos, en cambio, se rodean de doctos —que añadan al saber la limpieza de vida—, y los transforman en hombres de gobierno. No les engaña su humildad, pues —al engrandecer a los demás— se engrandecen ellos.

El Fundador escribió estos puntos en el contexto de la vida espiritual y el apostolado, dándoles un sentido muy general. No se ha publicado todavía la edición crítica de Surco y se ignoran las fechas en las que fueron redactados cada uno de estos puntos. Esto permitirá a los historiadores conocer hasta qué punto influyeron en la redacción de cada punto las circunstancias históricas por las que atravesaba el país.

Todo parece indicar, sin embargo, que en la redacción del siguiente punto de Surco laten de algún modo las circunstancias sociales y las acciones turbulentas que precedieron a la guerra civil española. Sea como fuere, en este punto 228 encontramos una llamada a la cristianización de las estructuras, a la que alentaba Escrivá desde 1928:

228. Por “el sendero del justo descontento”, se han ido y se están yendo las masas.

Duele..., pero ¡cuántos resentidos hemos fabricado, entre los que están espiritual o materialmente necesitados!

—Hace falta volver a meter a Cristo entre los pobres y entre los humildes: precisamente entre ellos es donde más a gusto se encuentra.

François Gondrand