El Prelado del Opus Dei, en Barbastro

Mons. Javier Echevarría visitó Barbastro con motivo del homenaje que la ciudad natal de Josemaría Escrivá rindió a su hijo predilecto y visitó la exposición sobre el beato instalada en la UNED. Artículo publicado en Diario de Altoaragón.

Autoridades en el salón de plenos.

El prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, participó en el acto conmemorativo del centenario del beato Josemaría Escrivá, celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y más tarde visitó la Exposición sobre el centenario, instalada en la Sala Francisco Zueras, de la UNED. Con motivo de su primera visita oficial, firmó en el Libro de Oro, en cuyas páginas dejó constancia de su testimonio de admiración a la ciudad natal del beato.

Al acto celebrado por el Ayuntamiento asistieron Antonio Cosculluela alcalde de Barbastro; Javier Callizo, consejero de Cultura y Turismo; Felipe Petriz, Rector de la Universidad de Zaragoza -en la que el beato fue alumno-; Juan José Omella, Obispo de la Diócesis; Fernando Ocáriz, Vicario General del Opus Dei; Tomás Gutiérrez, Vicario Regional y otros directores de la Prelatura; José Joaquín Sancho Dronda, presidente del Patronato de Torreciudad; concejales del Ayuntamiento, diputados, alcaldes de la comarca y numeroso público que abarrotó el salón.

“Recuerdo perfectamente el 25 de mayo de 1975 cuando estuve con el beato Josemaría en este mismo salón porque aquel acto se transformó en un homenaje a Dios y en un servicio a las almas”, manifestó el Prelado en breves declaraciones a Diario del Altoaragón, tras disfrutar de su “reencuentro emotivo” con la historia, en el lugar donde Josemaría Escrivá recibió la Medalla de Oro de Barbastro.

“He seguido las huellas de quien sirvió a la Iglesia y al mundo entero, sin olvidarse nunca de la gente de su tierra”, señaló monseñor Echevarria, quien subrayó “una inmensa emoción personal ante la próxima canonización del beato de quien los barbastrenses deben estar muy orgullosos porque en él siempre encontrarán un buen refugio”.

Firma en el libro de oro de la ciudad.

La jornada estuvo marcada por un claro sentimiento de afecto hacia el beato, expresado en su sucesor, quien revivió aquella jornada del 25 de mayo de 1975, de grato recuerdo para muchos barbastrenses y miembros de la Corporación Municipal que concedió la Medalla de Oro al barbastrense “más universal”.

Monseñor Echevarría recordó en su intervención ante el público que “Josemaría Escrivá vivió profundamente unido a su tierra de origen, volvía su memoria con frecuencia a las raíces y a los ambientes en los que creció y en los que maduró su personalidad”.

En su discurso citó muchas referencias cotidianas de Barbastro y “emocionados recuerdos”, entre ellos sus abundantes cartas al alcalde de la ciudad a quien reiteraba su condición de “muy barbastrino y trato de ser buen hijo de mis padres, que nos inculcaron con la fe y la piedad, tanto cariño a las riveras del Vero y del Cinca”.

Al mismo tiempo, hubo un recuerdo muy especial sobre la última estancia del Fundador del Opus Dei en Barbastro, “cuando ya su salud estaba muy quebrantada aunque los que participamos en aquella ceremonia fuimos testigos de su conmoción tan lógica y humana y de la emoción provocada por vuestro sincero afecto”.

“Barbastrense universal”

Antonio Cosculluela destacó del beato, “fue persona que conservó siempre el orgullo de sentirse barbastrense por los cuatro costados y supo demostrar con obras el cariño por su tierra”.

Para el alcalde no hay duda sobre la universalidad del beato, “somos conscientes de que a través de la figura de Escrivá, el nombre de Barbastro es conocido por todo el mundo y tenemos el convencimiento de que el número de personas que se acercan a conocer las calles, plazas, iglesias monumentos que fueron el marco de su niñez y primera adolescencia, se incrementará con el tiempo, constituyendo así una fuente de desarrollo y de progreso para nuestra ciudad y comarca”.

El consejero Javier Callizo se refirió al beato como “uno de los aragoneses más universales del siglo que hemos pasado”, destacó algunas facetas de su obra, “desde el concepto de la santificación por el trabajo” y subrayó “el mensaje moderno de este gran barbastrense, de quien disfrutamos el privilegio de una de sus obras, Torreciudad, uno de los grandes hitos del turismo religioso en Europa”. Por último, subrayó “la gran sensibilidad de Barbastro hacia su ilustre paisano”.

En la Plaza de la Constitución, ante la puerta del Ayuntamiento, un grupo de integrantes de la Agrupación Folklórica “Ciudad de Barbastro”, con Elita Davias, cantó dos jotas alusivas y bailó ante las autoridades e invitados, con motivo de la presencia de monseñor Echevarría, quien más tarde se dirigió a la UNED para visitar con detenimiento la exposición sobre el Centenario.

Ángel Huguet