El Opus Dei recuerda a Escrivá de Balaguer en el 40 aniversario de su marcha al Cielo

El Opus Dei recuerda hoy a su fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, cuando se cumplen 40 años de su muerte y reivindica su figura, que está "de especial actualidad", fundamentalmente en el mundo del trabajo, la familia y la convivencia social.

San Josemaría

En declaraciones a Efe, el vicario auxiliar del Opus Dei, Fernando Ocáriz, ha destacado la vigencia del mensaje de Escrivá de Balaguer, "un hombre que tendía puentes dentro y fuera de la Obra, que amaba el diálogo y el respeto a la dignidad de cada uno y que dedicó su vida a la promoción espiritual y social de miles de personas".

"La repercusión de su amor a Dios y a todos se manifestó también en la promoción y aliento de muchas iniciativas sociales", ha subrayado Ocáriz.

El Opus Dei recordará hoy a su fundador en numerosas eucaristías solemnes, entre ellas en La Habana, Managua, Beirut o Dakar, que celebrarán la festividad litúrgica de san Josemaría Escrivá, instituida tras su canonización en octubre de 2002 por el papa Juan Pablo II.

En todas ellas se dedicará una plegaria especial por las familias afectadas por la crisis y por las intenciones formuladas por el papa Francisco.

En España, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidirá esta tarde la celebración eucarística que tendrá lugar en la catedral de La Almudena.

Ocáriz conoció al fundador del Opus Dei en el año 1963 y de él destaca "su capacidad de querer a Dios y a los demás". "En la convivencia diaria me sorprendía cómo se daba cuenta de las necesidades de los demás", ha señalado.

Ha recordado que Juan Pablo II llamó a Escrivá de Balaguer "el santo de lo ordinario" ya que éste centró su predicación en la posibilidad de "santificarse en la vida corriente" y ofreció el camino concreto para buscarla.

San Josemaría Escrivá (1902-1975) nació en Barbastro (Huesca) y fue ordenado sacerdote en 1925. Comenzó su labor pastoral en parroquias rurales y en 1928 fundó el Opus Dei.

Falleció en Roma en 1975 y en el año 2002 fue proclamado santo por Juan Pablo II.

Artículo en La Vanguardia

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