Un día fue a la catedral católica de Moscú a escuchar un concierto. Vio un cartel que anunciaba unas clases de catequesis en un centro de mujeres del Opus Dei en Rusia y decidió acudir. Gracias a esas catequesis, conoció la fe católica y se bautizó.
Para costearse los estudios empezó a colaborar con el trabajo de la administración de las mujeres de la Obra, que supuso para ella un encuentro con el Opus Dei, y con su propia vocación, como numeraria auxiliar.
En agosto de 2011 participó en la JMJ de Madrid y tuvo ocasión de hacerle una pregunta al Prelado de la Obra -que se recoge en este vídeo- sobre las numerarias auxiliares del Opus Dei.
El Prelado recordó la importancia decisiva que tiene el trabajo profesional y la entrega diaria de estas mujeres para el desarrollo del impulso evangelizador del Opus Dei en todo el mundo. Sin ellas, gran parte de esa tarea apostólica no podría realizarse.
Las numerarias auxiliares ejercen en la Obra una función similar a la de tantas madres de familia en su hogar. El Prelado le recordó que ése fue precisamente el trabajo de la Madre del Señor: un trabajo discreto, aparentemente sin importancia; el de una madre de familia que cuidaba de los suyos en un pequeño pueblo, Nazaret, perdido en uno de los confines del Imperio Romano. Sin embargo aquel trabajo fue vital para la salvación del mundo.
A continuación, Mons. Echevarría subrayó la riqueza existencial de este trabajo que da fundamento y permite el desarrollo de tantas iniciativas evangelizadoras en el mundo, de carácter educativo, asistencial, etc. Gracias a su oración y a su dedicación, las numerarias auxiliares proporcionan calor de hogar en cada uno de los centros del Opus Dei y muestran al mundo, con su entrega, la fecundidad del mensaje cristiano.
