Andrés y Álvaro tuvieron la idea el mismo 11 de febrero. Ese día, el mundo entero conoció la noticia del año: Benedicto XVI renunciaba al Pontificado porque le faltaban las fuerzas. Mientras los foros sociales se convertían en un ágora de expertos a favor o en contra, estos dos jóvenes fueron madurando una idea durante la cena en el centro de la Obra en el que viven: agradecer al Papa estos años de servicio a la Iglesia con un gesto sencillo, pero elocuente.
"Fue entonces cuando se nos ocurrió recurrir al aplauso: "Imagínate un aplauso masivo de gente diferente de todas las partes del planeta. Un aplauso sincero para un Papa que se ha dejado la piel por cada uno de nosotros". "Lo vimos claro: la idea era poner en marcha El Aplauso Más Largo . Tenía formato para convertirse en una iniciativa fácil de mover por las redes sociales, como después hemos podido comprobar", destaca Andrés, estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones.
"Se trataba de una idea sencilla. Grabas el vídeo con el móvil y lo envías por correo electrónico. Nosotros nos encargamos de aunarlos todos y ofrecer un producto final. Según las fuentes consultadas en internet, el aplauso más largo de la historia duró 80 minutos. En concreto, se lo llevó Plácido Domingo cuando interpretó a Otelo en Viena. Fue un reconocimiento inédito e ininterrumpido. Lo nuestro era distinto, pero seguía siendo un aplauso ininterrumpido, aunque procedente de miles de rincones de todo el mundo. Así que nos propusimos como reto llegar a 90 minutos de aplausos para Benedicto XVI y enviarle al Papa el día 28 de febrero, a través de su cuenta en Twitter , un enlace con el canal de YouTube que hemos preparado para la ocasión, así como un breve reportaje con un resumen de la iniciativa".
El día 12 pusieron en marcha un sencillo blog ( https://www.elaplausomaslargo.blogspot.com.es/ ), una cuenta en twitter (@aplausoBXVI ), una dirección de correo electrónico (elaplausomaslargo@gmail.com), "todo baratito y accesible. No hacía falta más que aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información", destaca Álvaro, periodista.
Variedad, riqueza y alegría de la Iglesia
Y desde entonces, cada día han ido llegando decenas de vídeos que Rafa ha ido publicando pacientemente en YouTube: niños, niñas, jóvenes, mayores, hombres, mujeres, en solitario, en grupo, laicos, religiosos, colegios, familias enteras, asociaciones juveniles, de aquí y de allá. Gracias a la ayuda de Santi, hermano de Andrés y estudiante en Irlanda, la campaña se pudo lanzar también en inglés, ampliando así su eficacia de manera muy considerable.
Como dice San Josemaría , fundador del Opus Dei, en Forja : "Tu más grande amor, tu mayor estima, tu más honda veneración, tu obediencia más rendida, tu mayor afecto ha de ser también para el Vice-Cristo en la tierra, para el Papa. -Hemos de pensar los católicos que, después de Dios y de nuestra Madre la Virgen Santísima, en la jerarquía del amor y de la autoridad, viene el Santo Padre". Así, que, como destacan los promotores de esta iniciativa, "hasta varios días de aplausos ininterrumpidos se quedan cortos...".
Según Álvaro, "nuestra intención ha sido mostrar en poco tiempo la variedad, la riqueza, la alegría, el cariño de las miles de sensibilidades distintas que conviven dentro de la Iglesia. A través de esta iniciativa hemos visto el vigor de la fe de muchas personas y hemos aprendido a valorar el esfuerzo que hacen unos y otros por dar testimonio de su coherencia y por participar activamente en las cientos de iniciativas positivas que surgen espontáneamente de una sociedad más cristiana de lo que puede parecer".
Algo más que un gesto de cariño
Andrés destaca que "con el aplauso más largo hemos entendido también que el cariño al Papa es un bien que une mucho. Nosotros somos de la generación de Juan Pablo II, hemos participado en unas cuantas jornadas mundiales de la juventud, y vivimos en directo la elección de Benedicto XVI. Desde el principio, entendimos que el Papa era una persona especialmente ejemplar y auténtica, y eso, a los jóvenes, nos llama especialmente la atención. Él ha sido el primero en tirar del carro, quizás nosotros le hemos seguido, a veces, un poco de lejos, sin querer, y por eso hemos querido poner nuestro grano de arena para que él note que su entrega tiene, entre otras muchas cosas, el premio de nuestro cariño sincero".
Álvaro puntualiza que "esto del aplauso tiene su punto de folclore , pero nos ha servido para pensar más en qué significa la vida del Papa, en qué cosas nos ha dicho en estos años, en qué significa que a él se le acaben las fuerzas... Por eso, hemos querido que detrás de cada aplauso, Benedicto XVI note una oración, un abrazo, y un reconocimiento que queremos que se oiga para siempre".
El aplauso más largo ya suena por todo el mundo: más de 400 vídeos que suman 180 minutos de aplausos. Los que han participado en esta iniciativa y muchos que no han podido o no la han conocido, se sumarán, seguro, a este homenaje especial. Se trata de una campaña viral que nació durante una cena y que a muchas personas les ha servido para querer más al Santo Padre. Porque entre los cristianos, difundir el "virus" del amor al Papa es contagioso, como las buenas ideas que circulan desaforadas por los mundos de internet.