Conocer es respetar

El colegio Alcaste, de Logroño, ha coordinado el proyecto “Tres Culturas”, una actividad en la que han participado alumnas de entre 10 y 17 años para profundizar en las culturas musulmana, hebrea y cristiana.

La alta proporción de estudiantes inmigrantes, la convivencia cada vez mayor con gentes de costumbres muy distintas a las españolas, así como el desconocimiento que todavía hay sobre ellas motivó que Susana García Mangas, profesora del colegio Alcaste de Logroño, se decidiese a poner en marcha un proyecto llamado “Tres Culturas”. 

“Me parece interesante desarrollar un programa encaminado al respeto a la diferencia a través del conocimiento”, explica Susana. “La ignorancia es atrevida, mientras que, al conocer algo despertamos el interés y nos acercamos a otra realidad, a otra manera de concebir la vida”. Además, la profesora recuerda que lo que hoy somos es el resultado de todo un bagaje cultural, porque los ocho siglos de convivencia con musulmanes y judíos forman parte de nuestra historia, y conocerla ayuda a conocernos y descubrir nuestras raíces.

El proyecto, que ha merecido el reconocimiento de la II Convocatoria de Premios a las Mejores Experiencias Didácticas, se plasmó en actividades muy variadas, como la elaboración de unos paneles donde se recogían los aspectos más fundamentales de las tres culturas -musulmana, cristiana y judía-, la realización de un mapa para que, de manera gráfica, pudieran comprobar la extensión geográfica de cada una de las culturas, el montaje de un panel de fotografías con rostros que les llevaran a pensar sobre esas personas -tenían que ponerles un nombre e imaginar su historia personal-, visionado y comentario de películas sobre el tema, una visita a Toledo (cuna de las tres culturas) y un concurso de fotografía, en el que cada grupo expuso sus fotos elaborando un panel.

Al final, todo el colegio se implicó en la idea, que se basó en la participación. “En la exposición, las alumnas (desde 5º de Primaria a 4º de la ESO) escuchaban la explicación que les daban las de Bachillerato, contemplando los arcos de los distintos edificios y visualizando escenas de la película “Promises” (donde niños musulmanes y judíos conversan), rellenaban una cuadrícula con los datos representativos de cada cultura y después dibujaban lo que más les había llamado al atención de cada una de ellas”, ejemplifica Susana.