Jóvenes que ayudan a otros jóvenes a través de la música

Fiel a su cita anual, el Colegio Mayor Ayete (San Sebastián), organizó el pasado 23 de febrero su concierto con el Orfeón Donostiarra, este año en su XV edición. Lo recaudado se destinó a Cáritas para la atención de personas en riesgo de exclusión social y sin hogar.

El pasado viernes 23 de febrero de 2024, tuvo lugar en la iglesia de Santa María del Coro de San Sebastián la XV edición del concierto solidario organizado por jóvenes universitarios del Colegio Mayor Ayete

El recital "De la plegaria a la resurrección" corrió a cargo del Orfeón Donostiarra y del organista de la Sagrada Familia de Barcelona, Juan de la Rubia. Algunos medios de comunicación como El Diario Vasco o Cope se hicieron eco del concierto y de su impacto local y social. 

Una iniciativa solidaria para ayudar a jóvenes en situación de exclusión social

Las recaudaciones obtenidas han ido destinadas a Hotzaldi, un centro de acogida nocturno que Cáritas Gipuzkoa puso en marcha hace 18 años. Su objetivo es atender a personas, sobre todo a jóvenes, en situación de exclusión social y residencial. 

Además de ofrecer un espacio de descanso, Hotzaldi, coordinado por profesionales en intervención social, cubre las necesidades de manutención e higiene. El proyecto cuenta con camas, duchas, consignas, comedor, lavandería y sala de estar.

Concienciar para no pasar de largo ante los problemas de los demás

Como explicaba en la rueda de prensa antes del concierto el director del Colegio Mayor Ayete, Gonzalo Aranguren, “el objetivo del concierto es concienciar a los jóvenes de que fuera de nuestro entorno, en la calle, se necesita nuestra ayuda”. 

Asimismo, recordó también cómo nació esta iniciativa hace 15 años, sin saber si tendría éxito o no. “A día de hoy, hemos conseguido sacar adelante este proyecto en distintos sitios como el Kursaal, el teatro Victoria Eugenia y otras parroquias como la de Aiete o Santa María del Coro. Agradecemos el apoyo del Orfeón, puesto que la música es un arte que no cambia en nuestras vidas y que siempre sigue en pie”, expresó.

La Basílica de Santa María del Coro, sede de esta XV edición

La Basílica de Santa María del Coro es el orgullo de la capital guipuzcoana y uno de los más importantes exponentes del barroco español. Más de trescientos años de historia, cultura y tradición la convierten en un auténtico emblema. Preside la calle Mayor en plena Parte Vieja donostiarra. 

Fue construida entre 1743 y 1774 sobre la planta de un templo anterior que ocupaba el mismo espacio. La puerta principal de la basílica coincide en línea recta con la entrada a la Catedral del Buen Pastor, a 1 kilómetro de distancia. 

Destaca la fachada barroca de matiz churrigueresco, presidida por una escultura de San Sebastián Mártir, y el retablo mayor dedicado a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad. 

Pero si hay algo que la distingue, es sin duda el órgano de Cavaillé-Coll, compuesto de 2.366 tubos, que lo convierte en el mejor órgano romántico de la península y uno de los más destacados a nivel internacional.

La música, un arte que no desaparece

Con este proyecto, además de ayudar a Cáritas, se pretende también sensibilizar a los jóvenes con un arte que no desaparece: la música. Las piezas musicales elegidas en esta ocasión fueron, entre otras:

- Zadok the priest (Georg Friedrich Haendel)

- Pie Jesu (Lloyd weber)

- 2ª sinfonía "Resurrección" (Gustav Mahler)

El director del Orfeón Donostiarra, José Antonio Sainz Alfaro, lo expresaba de esta manera: “Es un concierto hermoso y el primero de la temporada. Queremos sensibilizar a través de la música y la voz sobre las situaciones de desigualdad social que se ven cada día en este mundo”.