El fundador del Opus Dei ha tenido mucho que ver en mi modo de afrontar problemas en el trabajo. Por ejemplo, me sucedió cuando necesitaba racionalizar mi negocio para ser competitivo a escala mundial. Se preveía un plan jubilación anticipada para algunos empleados y una reducción de horarios para otros.
Enfrentado con esta solución, recé y me inspiré en la vida de San Josemaría, que estuvo basada fundamentalmente en el amor a Jesucristo y a la gente. Me pareció que esta postura se podía aplicar en la dirección de mi negocio.
Esto nos permitió modificar la reorganización de la empresa, pues establecimos un plan para ayudar a los que se marchaban para que emprendieran sus propios negocios y, de esta manera, que pudieran conseguir ingresos para mantener a sus familias.