«Nosotros no cerramos por vacaciones»

Los Colegios Mayores de Donostia continúan abiertos una vez que acaba el curso universitario en mayo. Durante los meses estivales la vida colegial se enfoca aún más hacia las actividades culturales, de desarrollo personal, y el voluntariado.

Diario Vasco «Nosotros no cerramos por vacaciones»

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En el barrio de Aiete, concretamente en el cruce del Paseo del mismo nombre con la calle Izaburu, hay una gran brújula sobreimpresionada en el suelo. Todo aquel que transite por allí habrá reparado alguna vez en su presencia. También los residentes de esta zona residencial de la ciudad, entre los que se encuentran los estudiantes que viven en el Colegio Mayor Ayete y que cada día se reparten por los cuatro puntos cardinales de San Sebastián para formarse, «teniendo muy presente, eso sí, dónde está el norte», en palabras de su director, Santiago Zayas.

Este Colegio Mayor masculino, adscrito a la Universidad de Navarra, no cierra sus puertas durante el verano. Al contrario, organiza también múltiples actividades una vez que acaba el curso propiamente dicho. «Algunas de ellas tienen un carácter marcadamente académico, otras están orientadas hacia el desarrollo personal y, finalmente, también las hay destinadas a fomentar la vida cultural», abunda Zayas.

Dentro de las iniciativas veraniegas está la 'Innovation Summer'. En ella, y de la mano de una start-up, jóvenes estudiantes universitarios tienen la oportunidad de colaborar con una empresa tecnológica en la que aprenden «desde la creación de un plan de negocio, hasta las herramientas de programación en distintos lenguajes informáticos». La actividad se desarrolla durante el mes de junio, a caballo entre Donostia y Bilbao.

En Ayete también está muy presente el voluntario y, como en años anteriores, «durante el mes de julio se potenciará la participación de los colegiales en un campo de trabajo en la prisión de Martutene», sostiene el director del Colegio Mayor. Esta actividad, que se lleva a cabo en colaboración con la capellanía penitenciaria de la prisión donostiarra, busca el acompañamiento y la escucha a los reclusos. «Se convierte en una oportunidad para conocer otras realidades que normalmente nos son ajenas. Y, al mismo tiempo, nos permite ayudar a los internos», considera Zayas.

Otra de las propuestas de Aiete son las Jornadas de Iniciación a la Ingeniería. «Desde hace varios años colaboramos con la Escuela de Ingenieros (Tecnun) en unas jornadas de tres días para jóvenes que quieren conocer más en detalle el mundo ingenieril». Su objetivo es orientar a alumnos de bachiller en las salidas profesionales que tienen las diferentes áreas de la ingeniería.

Los eventos culturales también están muy presentes en el calendario veraniego de este Colegio Mayor. «Son uno de los aspectos más importantes en la vida colegial», defiende su director, y a continuación anuncia que «algunos alumnos están colaborando con la asociación de vecinos de Aiete en la organización del primer Gran Concierto del barrio, que tendrá lugar este verano en el anfiteatro de Miramón.

Además de las anteriores actividades, durante los meses de canícula se desarrollan paralelamente cursos de estudio y tiempo libre con universitarios y profesores venidos del resto del país. En ellos hay tiempo por supuesto para los partidos de fútbol, de frontón, y los baños en la piscina a los que siempre invita el buen tiempo.

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El benjamín de los tres

El nuevo Colegio Mayor Jaizkibel, ubicado en el Palacio Eva Enea de Aldapeta acaba de clausurar su primer curso universitario, ya que abrió sus puertas oficialmente el pasado mes de octubre. Sin embargo, este Colegio Mayor femenino perteneciente al Programa Alumni College, tampoco cesa su actividad en los meses de estío. Al igual que su 'hermano mayor' Ayete, organiza también diversas actividades que se desarrollan a lo largo de los próximos meses.

La primera de ellas, Encuentros Universitarios, es un curso de verano anual de cinco días en el que las estudiantes tienen la oportunidad de participar en conversaciones con diversos artistas. También con el abogado y académico Gregorio Marañón o con la experta en emprendimiento Iranzu Sáinz de Murieta, entre otros. «El objetivo de este programa es que las universitarias aprendan a disfrutar de la cultura y, por otro lado, potenciar que desarrollen aficiones en torno a ella», afirma la directora de Jaizkibel, María Jesús Álvarez.

Pero no todo serán lecciones magistrales, ya que la solidaridad también está muy presente en Jaizkibel. Así, del 25 de junio al 2 de julio, varias estudiantes harán las maletas para participar en unas jornadas de voluntariado organizadas por El Terral, un centro de actividades del barrio del Raval de Barcelona. «En ellas se busca facilitar la inserción laboral y la integración social de niñas, jóvenes y mujeres en riesgo de exclusión», explica Álvarez.

Otra actividad enmarcada dentro de las acciones de voluntariado se desarrollará más lejos aún, en Rumanía. Se trata de unas jornadas en las que las colegialas ayudarán en una residencia de ancianos o en una casa para niños huérfanos de Aldeas Infantiles. Según la directora del nuevo Colegio Mayor, «las actividades de verano que organizamos buscan facilitar a las universitarias herramientas que les sean de utilidad en su vida profesional, así como desarrollar el espíritu crítico en su formación como ciudadanas».

No obstante, una vez de vuelta en Donostia, seguro que los universitarios que continúan en la ciudad durante el verano sacan tiempo también para disfrutar de la playa, los conciertos, y todo el ocio que ofrece San Sebastián en esta época del año. En definitiva, para vivir la ciudad y, a su vez, darle vida.

Ignacio Villameriel

Diario Vasco