Brochazos de solidaridad

¿Es posible ayudar a las personas que más lo necesiten durante el tiempo libre? Algunos jóvenes del Club Universitario Plaza de Cuba (Sevilla) han pintado y arreglado casas de gente sin recursos.

Algunos universitarios, junto a un beneficiado.

¿Es posible ayudar a las personas que más lo necesiten durante el tiempo libre? Los voluntarios del Club Universitario Plaza de Cuba, en colaboración con la ONG Cooperación Internacional están convencidos de que sí, y, para demostrarlo, nada mejor que predicar con el ejemplo. Durante toda una semana, han dedicado varias horas al día a pintar y arreglar algunos desperfectos en tres casas que, por unos motivos o por otros, los propietarios no pueden arreglar.

La iniciativa se ha desarrollado en tres casas de los barrios del extrarradio sevillano de Juan XXIII y Su Eminencia. En dos de ellas viven ancianas sin familiares que se hagan cargo de ellas. El la otra, una familia sin recursos económicos.

Los voluntarios, alrededor de una veintena, son jóvenes universitarios que tienen muy claro que la mejor forma de solidaridad es la acción. Algunos tienen experiencia en la rehabilitación de viviendas. Otros realizan por primera vez trabajos de este tipo. El primer día de trabajo un pintor profesional les enseñó los pasos que deben dar para hacer su tarea. A partir de ahí, todo el trabajo quedó para los jóvenes.

Con monos blancos patrocinados por la ONG Cooperación Internacional, brochas y pinturas compradas gracias a un escaso presupuesto y, sobre todo, muchas ganas de ayudar, dos decenas de voluntariosos jóvenes han pintado y limpiado tres casas que se encontraban en muy mal estado.

Con su dedicación, demuestran que la juventud tiene muchas formas productivas de pasar el tiempo libre.

Aunque el proyecto de rehabilitación de viviendas ya haya terminado, los universitarios de Plaza de Cuba están dispuestos a reanudar otras actividades de índole social, como las visitas a familias necesitadas durante los fines de semana.