Música y magia para un santuario del siglo XXI

Actores improvisados y magos profesionales se unieron en un musical en Málaga, con el objetivo de recaudar fondos para que el santuario de Torreciudad se adecúe al peregrino del siglo XXI.

La Carretera de Cádiz es un barrio popular muy poblado del oeste de Málaga. En el corazón del barrio está la Asociación Familiar Maynagua. Hacía unas semanas se había planteado la necesidad de recaudar fondos para las obras de reforma del santuario de Torreciudad, cuando Hugo y Juan lanzaron su proyecto.

Hugo es un antiguo socio de Maynagua, cursa segundo de Bachillerato y quiere dedicarse a la organización de eventos. Propuso montar un gran espectáculo basado en el famoso musical “El Rey León”. Juan, el mago que convirtió un pañuelo en bastón en una reciente tertulia con el Prelado en Granada, añadió las actuaciones de un amigo suyo, mago como él, y de él mismo, lo que enriquecía a la vez que complicaba lo que pasamos a llamar el “Gran Show”, a beneficio de Torreciudad.

Costó arrancar con los ensayos, que sufrieron además constantes interrupciones. Pero Hugo no se desanimaba fácilmente; estaba dispuesto a aprovechar la ocasión de montar su primer evento pasando por encima de todas las dificultades. El año anterior su hermano Gonzalo, que estudia en la universidad y ha iniciado con éxito su carrera como actor, se había encargado de organizar otro espectáculo, y él no iba a ser menos.

Para desatascar el proyecto, además del tesón de Hugo, fue decisiva la intervención de una madre que confeccionó espléndidamente el vestido de Zazú, un pájaro que interviene en la obra, mayordomo del Rey León.

El disfraz animó a otras madres a preparar los demás y, como consecuencia, los padres se implicaron para facilitar que sus hijos no fallaran a los ensayos. Cuando surgía alguna necesidad, aparecía enseguida algún voluntario dispuesto a cubrirla, tanto si se trataba de la falta de un actor para un personaje que correspondía a una persona mayor, al menos en estatura, como para los aspectos técnicos de sonido, luces, fotografía, vídeo, etc.

El patronato de Torreciudad nos ha agradecido nuestra pequeña aportación

El colegio cercano de las Escuelas del Ave María nos cedió generosamente el estupendo teatro que ha rehabilitado recientemente; pero había un apartado importante que nos sobrepasaba: el maquillaje de los actores. Julián consiguió que cuatro compañeras de clase que quieren dedicarse al maquillaje, vinieran un par de horas antes del espectáculo. Todo amarrado, todo previsto; pero con una pequeña salvedad: no habían tenido tiempo para hacer un ensayo general con intervención de todos. El ensayo tendría que ser en el estreno de la representación ante el público.

Por fin llegó el domingo y pudimos celebrar, finalmente, el “Gran Show” en medio de una enorme expectación y muchos nervios. Gracias a la dirección de Juan y a la diligente participación de todos -actores, magos y técnicos-, el musical y la magia transcurrieron a las mil maravillas.

El teatro se llenó con más de un centenar de familias del barrio. Los delegados de Torreciudad se encargaron de explicar el proyecto Santuario del siglo XXI” que tiene como objetivo adecuarlo al peregrino de hoy y crear un fondo de dotación que permita la sostenibilidad de sus actividades, a la vez que aprovecharon para promover las visitas al santuario.

El patronato de Torreciudad nos ha agradecido nuestra pequeña aportación, y nosotros hemos logrado nuestro objetivo de contribuir desde este enclave de la Costa del Sol.