Apoteosis de órgano, coros y orquesta

El santuario de Torreciudad se llenó en la misa conmemorativa del centenario del beato Josemaría Escrivá. Interpretaron las piezas musicales ciento veinte artistas de la Georg Solti Chamber Orchestra (Budapest), la Coral Oscense, la Coral Exaudi, de la Universidad de Valladolid, y el Coro Diocesano de la misma ciudad.

Ciento veinte músicos, tres solistas y tres coros interpretaron las piezas compuestas por cuatro maestros en honor a Josemaría Escrivá. Se trata de José María Muneta, director del Conservatorio de Teruel; Jesús Legido, profesor de Armonía de la Escuela Reina Sofía de Madrid; Aurelio Sagaseta, maestro de capilla de la Catedral de Pamplona; y Agustín Javier Santos, de la Cátedra de Musicología de la Universidad de Valladolid. Todos asistieron al estreno.

Soledad Mendive, organista del Santuario, interpretó las piezas. La dirección musical corrió a cargo del ruso Dmitri Loos, que calificó el ambiente de “gran interés y expectación”, con “una coordinación facilitada por la preparación previa de las cinco partes que han intervenido”. Para Loos, que dirigirá próximamente a la orquesta del Teatro Bolshoi de Moscú, la Coral Oscense “es extremadamente profesional, con una afinación perfecta, es un conjunto muy trabajado, con un perfecto equilibrio entre las voces y cuerdas, capaces de adaptarse a la primera a un nuevo director”.

La Coral Oscense tuvo un importante protagonismo, ya que estrenó las obras de encargo. Conrado Beltrán, su director, comentó que “las obras de hoy son de gran belleza e impacto, especiales. Corresponden a autores diferentes y con la orquesta no ha sido difícil lograr una combinación precisa. La gente disfrutó, ayudada por el entorno del santuario, desde el principio hasta el final”.

Valoraciones

Soledad Mendive, responsable del Departamento de Música de Torreciudad, destacó por su parte “la calidad de la Solti Chamber Orchestra, su nivel interpretativo y su virtuosismo”, y mostró su satisfacción por “la buena impresión que se llevan de la belleza de Huesca”.

Por su parte, María Antonia Virgili, catedrática de Musicología en la Universidad de Valladolid y una de las promotoras de la jornada, dijo que “se ha mostrado toda la belleza de la música litúrgica, que es oración y arte, con una asamblea que ha participado, en una gran imbricación entre pueblo y artistas”.

El turolense Jesús María Muneta comentó que “es un reconocimiento para mí el que me encargaran el “Christus vincit” para el final. Tenía que ser un canto de apoteosis, de glorificación, un canto de cierre y grandioso, por eso hay metal y timbales que le dan una gran fuerza”.

Jorge Lendvai, violinista de la Solti Chamber Orchestra, dijo que “estamos orgullosos de haber estado aquí. Espero volver a Torreciudad. Los coros estaban muy bien preparados y todo ha supuesto horas de esfuerzo”.

A juicio del consejero de Cultura y Turismo del Gobierno aragonés, Javier Callizo, fue “un momento de especial relieve en la conmemoración del beato. He disfrutado mucho, con una misa realmente impresionante y preciosa”. Luis Miguel Rabal, alcalde de Secastilla, destacó que “hemos estado en un acto histórico. Sólo ha habido que ver la respuesta final del público”.