«La mujer no tiene que convertirse en hombre porque perdemos todos»

Antoinette Kankindi, filósofa y profesora congoleña, premio Harambee 2017: «Necesito 50.000 euros para formar a empresarias que contraten a jóvenes sin recursos. Evitaríamos que miles de ellas tuvieran que emigrar».

El Comercio «La mujer no tiene que convertirse en hombre porque perdemos todos»

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Acaba de recoger el premio Harambee 2017 de manos de la presidenta de honor de la ONG, Teresa de Borbón. Y lleva recorrido medio país con su charla 'Liderazgo de las Mujeres en África'. La que la filósofa congoleña y profesora de ética Antoinette Kankindi impartirá esta tarde en Gijón. A partir de las 19.30, el Palacio de Congresos escuchará su demanda de fondos para lograr la emancipación de la mujer africana.

Lleva un maratón de charlas.

(Risas) Sí, he estado en Madrid, en Barcelona, en Sevilla, en Córdoba, hoy (por ayer) en Vigo. Ahora toca Gijón. Es una gran oportunidad para que la gente sepa lo que hago y para qué necesito apoyo económico.

¿Y qué hace y para qué necesita apoyo económico?

Doy clases de ética y filosofía política en la Universidad de Strathmore, en Kenia. Pero, en 2012 empecé con otros cursos de formación corta, para promocionar una cultura de integración que pueda ayudar al liderazgo de la mujer africana.

¿No tiene liderazgo?

Lo tiene dentro de nuestra cultura, de acuerdo a nuestros valores de familia, comunidad, hospitalidad... Valores que se enfrentan a los desafíos de la cultura moderna.

¿La mujer africana no ha estado tradicionalmente sometida?

Eso se dice, pero es una visión parcial del papel de la mujer africana.

¿Estamos equivocados?

Un poco. El tipo de liderazgo de la mujer en la sociedad africana no es un liderazgo de candelero, sino que es interno. Siempre se dice que hasta los sabios líderes de la comunidad, cuando no podían resolver problemas decían: 'Vamos a pensar sobre ello en casa'. Ahí consultaban a su mujer y traían la solución.

¿La solución era cosa de ellas?

Sí (Risas) Le decía ella 'ni se te ocurra hacer eso'. Es como en la cultura occidental: los hijos piden algo al padre y él siempre pregunta: '¿Qué dice mamá?'. Pero ahora la mujer tiene que superar más problemas.

¿Cuáles?

El acceso a los recursos estaban muy definidos en nuestras tradiciones. Pero ahora solo se accede con educación. Y la escolarización comenzó con los niños y luego con las niñas. Ahora puedo decir que tengo tantas alumnas como alumnos, pero hay muchas personas sin recursos que se quedan fuera.

¿Y a ellas va su programa?

Sí. En 2012 trabajé con 28 mujeres de siete países. Así hasta 2016, cuando no logré fondos.

¿No pueden llegar con el premio?

El premio es testimonial, pero sí me ayudará a dar a conocer el programa. Necesito 50.000 euros y sé que la ONG Harambee tiene abierta una cuenta. La idea es formar a 22 empresarias para que contraten a jóvenes que viven en las chabolas. Con 50.000 euros al año, en cinco años evitaríamos que miles de mujeres tuvieran que emigrar. Ninguna quiere hacerlo. Es una independencia que ayuda a la comunidad.

¿En igualdad con los hombres?

Exacto. La mujer no tiene que convertirse en hombre. Salimos perdiendo todos. No se trata de competir entre nosotros.

Chelo Tuya

El Comercio