​Acto académico con el prelado: «Estudiantes, vuestra meta es la santidad»

Mons. Fernando Ocáriz presidió el pasado lunes la inauguración del año académico 2018/2019 en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma), de la que es Gran Canciller.

Los profesores de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz escuchan el discurso de apertura.

Al comenzar su homilía, el prelado recordó que el inicio del año académico coincide con las primeras reuniones del Sínodo de los jóvenes. “Los temas del sínodo son muy relevantes. Todos compartimos el deseo de transmitir a los jóvenes la belleza de nuestra fe, y no ignoramos las dificultades de esta tarea apostólica”.

La petición de que el Espíritu Santo actúe en el sínodo sirvió al Gran Canciller de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz para invocar también al Paráclito en el contexto académico: “El Espíritu Santo no tiene únicamente que iluminar la inteligencia, para profundizar en el conocimiento de la fe, sino que configura todas las dimensiones de nuestra vida, nuestro pensar y nuestro actuar, inteligencia y voluntad, alma y cuerpo”.

La docilidad al Espíritu Santo nos permitirá crecer, madurar

Dirigiéndose a los estudiantes, Mons. Ocáriz señaló: “Tened presentes que vuestra meta no es únicamente superar los exámenes, aprender muchas cosas o profundizar en las diversas disciplinas. Vuestra meta es la identificación con Cristo, la santidad”.

“La docilidad al Espíritu Santo –dijo a estudiantes como a profesores y personal del centro académico– nos permitirá crecer, madurar, abrirnos y aspirar a la verdad entera que Jesús nos ha prometido, a esa santidad a la que estamos llamados sin descuidar las tareas cotidianas, es más, sirviéndonos de ellas. Aprendamos pues a cultivar la ambición por la santidad en el trabajo de cada día, a desear la intimidad con Dios, ofreciéndole lo mejor que podamos darle en las acciones, también pequeñas, de nuestra jornada. Este será el mejor modo de convertirnos en esos testigos que Jesús necesita en el mundo, llevando con nosotros la belleza de la fe, haciendo presente con nuestra vida al propio Cristo”.

El alma de los estudios académicos debe ser siempre la autenticidad del mensaje cristiano

Concluida la misa, Mons. Fernando Ocáriz presidió el acto de inauguración académica. En su discurso, comentó el prólogo de la reciente constitución apostólica 'Veritatis Gaudium', con la que el Santo Padre ha querido proponer que se acerquen más los estudios eclesiásticos a los problemas y retos de la actualidad. “Una visión exclusivamente erudita de las ciencias [eclesiásticas] llevaría a concebir el ámbito académico como algo cerrado, cada vez más especializado, distante de cualquier preocupación, del anuncio del evangelio y de cualquier respuesta a las preocupaciones personales y colectivas”.

Para evitarlo, “el alma de los estudios académicos debe ser siempre la autenticidad del mensaje cristiano”. Además, recordó dos consejos prácticos que daba el beato Álvaro. El sucesor de san Josemaría animaba a los profesores universitarios a escoger temas de investigación científica que tuvieran más impacto en el servicio de la Iglesia y de las almas; y les pedía que se empeñasen para que sus textos fueran comprensibles.

La lección inaugural corrió a cargo del profesor de Historia de la Iglesia Luis Martínez Ferrer, que habló sobre el “Ideal cristiano y su empeño en el mundo” a través de tres figuras de laicos del siglo XVI.