25 años como Papa

El 16 de octubre de 1978, el Papa salía por primera vez al balcón de San Pedro. Su Pontificado a lo largo de este cuarto de siglo escapa a cualquier medida histórica. Recogemos un breve análisis global de su pontificado publicado en un diario español.

El primer Papa que ejerce como referente moral del mundo entero ha batido, en veinticinco años, todos los “récords” de actividad, impacto en la Iglesia y presencia ante la humanidad. Karol Wojtyla es un personaje único, que ha dado un vuelco al modo de ejercer el Papado combinando la solidez de Pedro con la fogosidad de Pablo.

Juan Pablo II fue un “Papa extremo” que recorrió el mundo a la carrera, sin miedo a meterse en cualquier batalla doctrinal -desde la teología de la Liberación a Lefebvre-, cualquier problema político -desde el terrorismo en Irlanda a la mafia en Sicilia-, o cualquier conflicto bélico, desde la Guerra de las Malvinas a la de Irak.

El Papa que rehabilita a Galileo, pide perdón por los errores del pasado, visita una sinagoga y una mezquita, viaja por primera vez a países ortodoxos, desautoriza la pena de muerte, plantea dudas sobre la legitimidad de cualquier guerra y reúne en Asís a los líderes de todas las religiones del mundo para rezar por la paz escapa a cualquier medida histórica y se convierte en una nueva vara de medir.

Concentraciones multitudinarias

El individuo visto y aplaudido por más personas en la historia ha roto plusmarcas en todos los continentes. En agosto de 2000 reunió en Roma a dos millones de jóvenes, la mayor concentración en la historia de Europa. El «récord» duró poco pues en 2002 Juan Pablo II congregaba en Cracovia a tres millones de personas. Una cifra cercana a la de cuatro millones en Manila, la más alta en la historia de Asia, como los tres millones de México lo son en la de América.

Juan Pablo II ha recibido a 17 millones de personas tan sólo en las audiencias generales. Y cada año recibe, en grupos reducidos o en privado, a más de 150.000 personas. Únicamente las visitas de jefes de Estado o de Gobierno superan las 1.500. Junto a los números del Pontificado cuenta el asombroso cúmulo de facetas de Karol Wojtyla, trabajador durante cinco años en una cantera y una fábrica de Solvay antes de hacerse sacerdote. Es el “Papa poeta” y el “Papa filósofo”. Fue el “Papa montañero” y el “Papa esquiador”. Y se definió también como el “Papa Globetrotter” cuando algunos empezaron a criticar el ritmo de sus viajes.

Pablo VI realizó nueve; Juan Pablo II culminó el pasado mes de septiembre en Eslovaquia el número 102, aun a costa de un esfuerzo sobrehumano. Cuando fue elegido Papa, la Santa Sede mantenía relaciones diplomáticas con 85 países. Desde entonces, se han sumado Estados Unidos, Israel y el mundo musulmán, hasta llegar a 174 naciones.

A partir del 21 de octubre, Juan Pablo II habrá nombrado un total de 232 cardenales, entre los que se contarán 130 de los 135 cardenales electores. El Papa ha nombrado a más de 3.300 de los 4.200 obispos que hay en el mundo, y les ha reunido en Roma para 14 Sínodos; más que cualquiera de sus predecesores.

Juan Pablo II ha escrito 14 encíclicas, 14 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones, 42 cartas apostólicas y decenas de miles de cartas, mensajes y telegramas, por no mencionar los millares de homilías y discursos. Ha publicado el nuevo Código de Derecho Canónico y el de las Iglesias Orientales, así como un nuevo Catecismo que se convirtió en “best-seller” como sus libros “Don y misterio” o “Cruzando el umbral de la esperanza”.

El mismo paso aplicado al santoral se traduce en 477 nuevos santos y 1.325 nuevos beatos, incluyendo desde el pasado domingo a la Madre Teresa de Calcuta. Cifras que superan al total de todos sus predecesores.

Juan Vicente Boo, ABC