El Papa ha hablado de las películas y los vídeojuegos, medios de comunicación que más acceso tienen a los niños.
En primer lugar, Benedicto XVI se hace eco de quienes "afirman que la influencia formativa de los medios se contrapone a la de la escuela, de la Iglesia e incluso a la del hogar".
"Educar a los niños para que hagan un buen uso de los medios es responsabilidad de los padres, de la Iglesia y de la escuela. El papel de los padres es de vital importancia. Éstos tienen el derecho y el deber de asegurar un uso prudente de los medios educando la conciencia de sus hijos, para que sean capaces de expresar juicios serenos y objetivos que después les guíen en la elección o rechazo de los programas propuestos".
"Es importante reconocer el valor fundamental del ejemplo de los padres y el beneficio de introducir a los jóvenes en los clásicos de la literatura infantil, las bellas artes y la música selecta".
"La belleza, que es como un espejo de lo divino, inspira y vivifica los corazones y mentes jóvenes, mientras que la fealdad y la tosquedad tienen un impacto deprimente en las actitudes y comportamientos".
TRIVIALIZAR LA SEXUALIDAD
Los padres y educadores son los principales responsables, pero no los únicos. El Papa ha hablado también a los productores de contenidos: "Toda tendencia a producir programas — incluso películas de animación y video juegos— que exaltan la violencia y reflejan comportamientos antisociales o que, en nombre del entretenimiento, trivializan la sexualidad humana, es perversión; y mucho más cuando se trata de programas dirigidos a niños y adolescentes".
"¿Cómo se podría explicar este entretenimiento a los innumerables jóvenes inocentes que son víctimas realmente de la violencia, la explotación y el abuso?".
Esta perversión es aún más grave "cuando se trata de programas dirigidos a niños y adolescentes. ¿Cómo se podría explicar este "entretenimiento" a los innumerables jóvenes inocentes que son víctimas realmente de la violencia, la explotación y el abuso?", se pregunta.
El Papa concluye animando de nuevo a los padres a educar a sus hijos "para que hagan un buen uso de los medios". "Los padres de familia son, pues, los guardianes de la libertad de sus hijos; y en la medida en que les devuelven esa libertad, los conducen a la profunda alegría de la vida".