Universitarios quiteños en Campo de Trabajo con afroecuatorianos del Valle del Mira

Entre el 19 y el 28 de julio del 2006, un grupo de universitarios que participan en las actividades de la Residencia Universitaria Ilinizas, de Quito, realizaron un campo de trabajo en la parroquia de La Concepción, Cantón Mira, Provincia del Carchi.

“El del Chota vuelve al mapa” decía un titular del diario El Universo de Guayaquil a fines del mes de junio del 2006. Y es que la excelente participación de los seleccionados originarios del Chota en el equipo ecuatoriano que jugó el  Mundial de Fútbol Alemania 2006, despertó en todo el país –y en las autoridades políticas también- una oleada de simpatía hacia esa empobrecida zona de las provincias de Carchi e Imbabura.Para los universitarios que participan de las actividades formativas de la Residencia Universitaria Ilinizas, una obra corporativa de apostolado del Opus Dei en Quito, el interés por cooperar en el desarrollo de la zona era anterior.  En algunas de las parroquias del Valle sirven sacerdotes que participan en la labor de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Por uno de ellos, el Padre Walter Redrobán, los chicos conocieron el pueblo de La Concepción, un caserío con 700 habitantes –todos de raza negra- que fue fundado a principios del siglo XVII. En diciembre del 2005 varios universitarios realizaron un trabajo de Navidad allí y en otras comunidades afroecuatorianas de la parroquia, una de las más occidentales del Valle. Poco después, Ilinizas había decidido llevar a esa zona la versión 2006 de sus ya tradicionales Campos de Trabajo de Verano.

El 19 de julio partían los universitarios desde Ilinizas hacia La Concepción, cargados con los materiales necesarios para el trabajo (pintura, carpintería, atención médica y reforzamiento escolar) y con cierta especial ilusión por ésta inmersión en la vida de una población de raza y cultura negra.Uno de los asistentes, futuro administrador de empresas, conoció Ilinizas el año pasado. Es Javier Borja. En los primeros días del campo Javier se reía porque alguien había colgado en la casa que ocupaban un horario para el trabajo diario bajo el lema“El Chota 2006, the most incredible experience”. En los últimos días comentó muy seriamente que aquel lema se había hecho realidad, porque el Campo de Trabajo le había removido hondamente y se había convertido en una experiencia increíble e inolvidable. Santiago Vicencio acaba de egresar del colegio con las mejores notas de su promoción. En La Concepción era siempre el primero en empuñar las brochas cuando había que reanudar la labor. También se ganó el afecto de los chicos del pueblo y -¿por qué no decirlo?- su admiración cuando en la cancha de fútbol marcó un par de goles con gran estilo, algo que para los locales –grandes futbolistas, como es sabido- es poco frecuente ver en los afuerinos. Le apodaron “Podolski”, en recuerdo del joven delantero de la selección alemana. La convivencia le permitió a Santiago conocer mejor el Opus Dei. De regreso a Quito aprovechó la experiencia adquirida para pintar el colegio del que egresó en junio.  

Para Alejandro Montalvo, riobambeño y estudiante de Medicina en la PUCE, fue su primer Campo de Trabajo, pero espera que no sea el último, pues la experiencia de atender pacientes en situación de extrema pobreza y difícil acceso a los servicios de salud le impactó hondamente.Estas pinceladas muestran algo de la repercusión que el campo de trabajo ha tenido entre los asistentes. Y eso que no hemos comentado la participación de un segundo Alejandro, quien se sumó en La Concepción a las actividades formativas de Ilinizas; de Daniel, para quien éste era su cuarto Campo de Trabajo con la residencia; de Juan Pablo, quien más tarde viajó a vivir a Namur en Bélgica; de Víctor, quien poco después se incorporó a su primer trabajo profesional como agrónomo en Manabí; o de Juan Carlos, médico cirujano,   quien organizó el trabajo del equipo sanitario que atendió a 200 pacientes en La Concepción, y en otras localidades rurales de la parroquia como La Convalecencia, La Chira y Empedradillo.