Resumen de la peregrinación de Mons. Ocáriz a Tierra Santa

Mons. Fernando Ocáriz peregrinó a los lugares santos entre el 17 y el 25 de agosto de 2022. Este vídeo sigue algunas de las visitas y recoge impresiones de quienes le encontraron.

Mons. Fernando Ocáriz llegó al aeropuerto de Ben Gurión (Israel) el pasado 17 de agosto, para realizar una peregrinación por Tierra Santa hasta el 25 de agosto. La anterior visita de un prelado del Opus Dei se remonta a 2013, cuando Mons. Javier Echevarría acudió a bendecir los inicios del Saxum Visitor Center

Este jueves, Mons. Ocáriz pudo conocer esa exposición permanente que introduce a los peregrinos a Tierra Santa con explicaciones, vídeos, y otros recursos multimedia. Luego, almorzó con el patriarca de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa.

Al día siguiente acudió en primer lugar a la basílica de la Anunciación, donde rezó ante los restos de la casa de la Virgen y celebró la misa en la capilla de Santa Ana, en la que participaron 20 personas.

También conoció un lugar cercano a la basílica llamado la “tumba del justo”, donde se pueden contemplar los restos arqueológicos de una casa y una tumba del siglo I, que ayudan a recrear los ambientes del tiempo de Jesucristo. Por la tarde, peregrinó a la iglesia de Caná, donde se conmemora el milagro de las bodas, cuando Jesús convirtió el agua en vino. Allí hay una tinaja de la época que ayuda a hacerse una idea de las que usarían los siervos para colaborar en el primer milagro del Señor.

Luego, prosiguió hasta el Monte Tabor. En la iglesia que recuerda la Transfiguración, hizo un rato de oración junto al Santísimo Sacramento; después, contemplaron desde lo alto del monte el valle de Jezreel, desde el que se ven muchos lugares relacionados con la vida de Jesús y otros mencionados en las Sagradas Escrituras.

En la basílica de la Natividad y Ein Karem

El sábado, Mons. Ocáriz visitó la basílica de la Natividad. Tras conocer algunas informaciones históricas, se detuvo a rezar con pausa antes de celebrar la misa en el Altar de los Reyes Magos, situado en el Grotto de la Basílica. Se trata del altar católico más cercano al lugar del Nacimiento de Nuestro Señor (la gestión del lugar está compartida con otras confesiones cristianas).

A continuación, el prelado charló un rato con unas 160 personas que acuden a los medios de formación que ofrece el Opus Dei en el área de Belén. El encuentro se celebró en el Peace Center, situado en la Plaza del Pesebre, muy cerca de la Basílica. La mayoría de asistentes escuchó en árabe gracias a la traducción las respuestas del prelado.

Al acabar la tertulia pudo saludar a amigos de la Obra que venían desde Jerusalén, Haifa y Nazaret, y Belén. Por la tarde, su peregrinación continuó en Ein Karem, el lugar donde ocurrió la visitación de la Virgen a su prima Isabel. Después de una explicación de las estancias de la planta baja, el Padre rezó por unos minutos en la Iglesia superior, y se concluyó rezando una Salve.

En la Via Crucis

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, el Prelado recorrió la Vía Crucis, entrando a la Ciudad Vieja desde la puerta de San Esteban, o de los Leones. Por la tarde, tuvo una tertulia en el centro de convenciones Mishkenot Sha’ananim. Entre los asistentes, además de cristianos, había judíos y musulmanes.

El lunes, celebró la santa misa en el Santo Sepulcro. Después salieron caminando de la Ciudad Vieja por la puerta de Jaffa, cuya muralla es un buen testimonio de los distintos periodos que han dejado huella en la ciudad. Por la tarde, visitó al nuncio apostólico, Mons. Adolfo Yllana, y acudió a conocer el Instituto Polis de lenguas y humanidades.

Tabgha, donde se conmemora la multiplicación de los panes y de los peces, sirvió de inicio a la jornada del martes. Tras visitar el lugar que recuerda el milagro, fueron a visitar la iglesia del Primado de Pedro, que está muy cerca. Poco después, completaron la mañana rezando en iglesia de las Bienaventuranzas. Por la tarde, visitaron Cafarnaúm, poblado en el que vivieron el Señor y varios apóstoles. Durante un rato, rezaron en la iglesia que surge sobre las ruinas de la Casa de Pedro. A continuación, visitaron la sinagoga y las ruinas de la ciudad. Un paseo por Cafárnaum les ayudó a hacerse una idea de las distintas poblaciones históricas situadas en torno al lago, entre otras Magdala. Esa misma tarde, pudieron navegar en barca por el lago de Genesaret y rezar escuchando pasajes del evangelio ambientados en el lago.

El miércoles celebró la misa en el Cenacolino, usando el mismo cáliz que había usado el beato Álvaro en la que fue su última eucaristía en ese mismo lugar. Después de visitar el cenáculo, acudieron a la iglesia de san Pedro en Gallicantu. Después de rezar unos instantes ante el Sagrario, visitaron las distintas estancias que conmemoran la noche que pasó Jesús preso antes de ser juzgado. Por la tarde, oraron junto a la roca del huerto de Getsemaní y entraron en la iglesia de la Tumba de la Virgen.

El último día de su visita, Mons. Fernando Ocáriz visitó la abadía de Santa María de la Resurrección, en Abu Gosh, que mantiene frescos del siglo XII y una de las tradiciones de Emaús. De camino al aeropuerto, pudieron detenerse en Emaús Nicópolis.