Harambee es el nombre de la asociación internacional que surgió con ocasión de la canonización de Josemaría Escrivá, y que, desde hace 15 años, trabaja para sostener realidades y organizaciones africanas activas en áreas de salud, educación y formación.
Recientemente, estudiantes de Polonia, Italia y Estados Unidos se reunieron en Roma para lanzar "Harambee Youth", el grupo que dentro de la asociación internacional promoverá el voluntariado entre los jóvenes.
En este primer Harambee Youth Meeting, jóvenes voluntarios pudieron compartir experiencias y buscar soluciones creativas frente a las necesidades con las que se enfrentan sus coetáneos en algunas ciudades de África.
"África no te deja indiferente. Es imposible estar allí y olvidarlo. África te marca". Son palabras de Jacek Pytel, médico y Coordinador de Harambee Polonia, quien acudió al encuentro romano con estudiantes de la Universidad de Medicina de Poznan. Desde el 2013 viajan cada año a las ciudades de Muthale y Mutomo (Kenia) para trabajar en colaboración con profesionales del lugar.
Hay que pensar cara al futuro, ¿qué queremos conseguir de aquí a unos años? Y luchar por ello
Wojciech Sierocki, estudiante de Medicina, compartió su experiencia: "Empezamos a colaborar en Kenia con deseos de ayudar y, también, de aprender mucho. No hay que desanimarse cuando el trabajo no funciona al principio. Hay que pensar cara al futuro, ¿qué queremos conseguir de aquí a unos años? Y luchar por ello".
Orge Huja Duba, estudiante de Finanzas en la Universidad de Strathmore (Kenia), que también participó del evento, compartió su historia: "Mis padres nacieron en una comunidad nómada con muy pocos recursos económicos. En los años 60 llegaron al norte de África los misioneros del Instituto Consolata y, al comprobar la pobreza del país, decidieron invertir en educación. Construyeron un colegio con ayudas económicas provenientes, fundamentalmente, de Italia. Fueron casa por casa buscando niños que pudieran beneficiarse de este nuevo colegio. Es así como mis padres comenzaron a formarse. Ahora pienso que si mi padre no hubiese estudiado, seguramente yo no estaría hoy aquí".
A través de su testimonio, Orge explicó que educar a una persona es educar a toda una generación. La transmisión de conocimientos es fundamental, ya que la educación de una sola persona tiene un fuerte efecto expansivo; de ella se beneficia toda su familia, y esta educación se expande de generación en generación. Participar en alguno de estos proyectos es como sembrar una semilla y dejar que ésta arraigue y crezca por muchos años.
Los jóvenes que participaron en este encuentro estuvieron de acuerdo en que los viajes a África no son la única manera de participar en los proyectos de Harambee
Los jóvenes que participaron en este encuentro estuvieron de acuerdo en que los viajes a África no son la única manera de participar en los proyectos de Harambee. Así, por ejemplo, en Italia se llevan a cabo nuevas formas de voluntariado con inmigrantes, actividades de sensibilización en las redes sociales que se refieren a África como el continente del futuro y campañas de recogida de fondos.
Para concluir, Lucia de Smaele, representante de FOCSIV (Federazione degli Organismi Cristiani Servizio Internazionale Volontario), animó a los presentes a involucrarse más en proyectos sociales: "Servir significa que el centro no somos nosotros mismos, sino los demás. El centro de nuestros proyectos es el servicio, no nuestras ideas o necesidades. Hacer voluntariado es una oportunidad de conocer nuestras capacidades y de sacar lo mejor de nosotros mismos".
Más información: www.harambee-africa.org