En la encíclica Fratelli tutti el Papa Francisco menciona, entre otros, al arzobispo sudafricano Desmond Tutu, principal partidario de Ubuntu, la filosofía humanista africana basada en "una cultura del compartir, la apertura, la dependencia mutua, el diálogo y el encuentro interpersonal", como explicó Antoine Tiabondou, de Burkina Faso, quien ilustró las diferentes declinaciones del concepto en la realidad local africana.
Alessandra Silvi, funcionaria del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, abrió la sesión ilustrando las iniciativas de la Santa Sede para fomentar "la participación y crear el cambio desde abajo" para que los grandes valores expresados en la Encíclica Fratelli tutti puedan encontrar aplicaciones concretas en la vida de las personas y en la sociedad.
A continuación, Sor Liliana Ugoletti, directora de la Fundación Canosiana, dijo que "la fraternidad y la amistad social de las que habla el Santo Padre animan la solidaridad hacia los más pobres de los pobres y nos confían una misión a cada uno de nosotros, para devolver a cada persona su plena dignidad e identidad", y recordó cómo santa Josefina Bakhita - hermana Canosiana- es un ejemplo y una fuente de inspiración "una referencia siempre actual para África y para quienes, hoy en día, luchan contra las nuevas formas de esclavitud".
Augustin Shako Yodum, sacerdote de la República Democrática del Congo se refirió a los desafíos actuales que enfrenta África para salvaguardar y promover "el derecho de todo ser humano a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente" (FT107); "No es posible hablar de hermandad universal", dijo el P. Augustin, "a menos que primero haya una hermandad nacional". Es necesario volver a empezar desde cada uno de nosotros, desde la contribución que cada uno de nosotros puede ofrecer; necesitamos un cambio de mentalidad en África, para superar las actitudes pasivas (en el continente siempre se espera la ayuda externa) y adoptando un comportamiento proactivo".
Nicolò Della Chiesa, ingeniero agrónomo profundo conocedor del África Sub sahariana, habló desde Italia. Él está comprometido con proyectos de desarrollo agrícola, y explicó la manera en la que el mundo rural africano puede proporcionar ejemplos interesantes de cómo la fraternidad puede encontrar una realización concreta en prácticas que reúnen a mundos diferentes como el africano, el mediterráneo y el europeo. "El mundo rural de África nos muestra oportunidades concretas para la gestión común de los recursos, que pueden dar sustancia a la fraternidad esperada por el Papa, en una perspectiva de uso responsable de los recursos que, juntos, nos comprometemos a explotar, pero también a preservar y mantener".Emanuela Bonavolta, jefa del proyecto Dignidad en Mozambique, concluyó la reunión reflexionando sobre el significado de la labor de cooperación en contextos en desarrollo en los que "las relaciones humanas están siempre en primer lugar, buscando esa comunión y fraternidad que nos lleva a caminar juntos para lograr un objetivo común y sacar lo mejor de la vida de cada uno".
La reunión fue organizada por Harambee, una organización que nació en la canonización de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Haga click aquí para más información.