Escápate Conmigo

Diseñaron una experiencia para casados y han logrado que más de 100 esposos se reencuentren y renueven sus compromisos matrimoniales.

Matrimonios organizadores de Escápate Conmigo

Roberto y Lina María son un matrimonio que vive en Quito, Ecuador. Por mucho tiempo sintieron la inquietud de ayudar a parejas que estén pasando por dificultades. Tenían varias ideas, pero fue hace 4 años que lograron concretar una. Así nació Escápate Conmigo, un fin de semana de desconexión de lo cotidiano y reconexión con la pareja.

“El matrimonio es la forma y estado perfecto para colocar muchas rocas sólidas y construir mi camino al cielo”, cuenta Roberto. Y su objetivo es que los demás matrimonios puedan verlo y vivirlo de esa manera.

Los inicios

Después de conversar mucho, lanzamos este programa que ya tiene 4 ediciones y más de 100 matrimonios que quisieron fortalecer su vínculo matrimonial y lo lograron.

Tuvimos que planificar, buscar personas que se ilusionen con la idea y que estuvieran dispuestas a apoyar con su trabajo; luego venía el tema de conseguir recursos económicos y tiempo para la coordinación de los eventos.

Lo primero fue invitar a nuestra casa, a amigos cercanos para hablarles del proyecto y pedirles ayuda; ellos fueron los primeros voluntarios para sacar adelante el programa.

También se unió un matrimonio de supernumerarios, Enrique y Mireya, que se han dedicado buena parte de su vida a la orientación y a la formación de familias. Ellos nos ayudaron con la presencia de expertos.

Matrimonio
Equipo de matrimonios voluntarios que iniciaron el programa Escápate Conmigo

Y, por supuesto, apostamos al ataque aéreo: rezamos muchas estampas a San Josemaría poniendo en sus manos esta iniciativa.

Un vistazo a la relación actual

Escápate conmigo viene a ser una reflexión personal y en pareja de cómo va la relación y qué cosas se deben hacer para mejorar.

Así como una flor requiere de amor y cuidados para crecer, los compromisos también tienen aspectos que deben revisarse. En este programa se los invita a hacerlo. Cada uno encuentra la oportunidad para comunicarse a profundidad con el otro, identificar en qué se puede mejorar y resaltar aquello que les gusta y que mantiene vivo el amor entre los dos.

Una de las parejas asistentes durante el almuerzo

Con las charlas y conferencias se profundizan temas como la libertad en el compromiso, proyecto de vida matrimonial, relaciones íntimas, comunicar es amar. Los abordan especialistas en familia, psicólogos y comunicadores. Ha resultado especialmente acertado contar con el acompañamiento de un sacerdote.

La experiencia

Queremos que compartan y se diviertan juntos. Les preparamos Gymkhanas con juegos y desafíos. También propiciamos momentos románticos. Uno de ellos consiste en escribirse cartas de amor que incluyan los recuerdos más lindos que han vivido y que han hecho de su matrimonio una unión especial.

Durante la actividad de elaboración de cartas

Durante el almuerzo se les dejan sugerencias de temas relacionados con las actividades del día, para que puedan dialogar con mayor profundidad.

También los esposos las sorprenden a ellas con serenatas. Más de una se ha emocionado hasta las lágrimas en este momento.

La alegría, el amor y los detalles de cariño se siente durante toda la jornada. "Esto sirve para recordar que los esposos somos los mejores amigos, que debemos divertirnos y llenarnos de buenos recuerdos", cuenta Lina.

Juntos para toda la vida

Para algunos, lo más importante del día es la renovación de compromisos matrimoniales en la Santa Misa. Es una experiencia íntima y especial donde los matrimonios repiten las promesas que hicieron el día que se casaron. Es también el momento para agradecer a Dios por bendecir su unión.

Santa Misa en la que se realizan las renovaciones de compromisos matrimoniales

Uno de los testimonios que más nos ha impactado es el de una pareja que estaba teniendo muchas dificultades y que a través del programa sintieron que habían recuperado el tiempo perdido. “Esto los ayudó a reencontrarse y re enamorarse”.

Desafíos por pandemia y muchos voluntarios

En octubre de 2020, luego de varios meses detenidos por pandemia, decidimos reabrir el programa. Esta vez la experiencia solamente podía ser de un día para evitar contagios. Nos tocó cambiar la logística y encontrar un nuevo lugar. El sitio elegido fue Miranda, una casa de convivencias en el Valle de los Chillos, al sur de Quito.

Participantes de programas anteriores se convirtieron en voluntarios. Se quedaron tan conmovidos, que decidieron darse a otros en la organización del evento. Se encargan de preparar el itinerario, tener listos los materiales, los requerimientos técnicos de las charlas y son ellos mismos los que atienden a las parejas en las actividades o durante el almuerzo.

“Mi esposa y yo sentimos que al colaborar con esta experiencia, también nos pulen a nosotros, impacta en mi familia y en mi matrimonio positivamente, pues alimenta ese amor a mi esposa y nos fortalece” comenta Patricio, otro de los voluntarios.

Una red de apoyo

Para formar parte del programa “Escápate Conmigo” es necesario llenar un formulario de solicitud. Preguntamos los motivos por los que quieren participar. Luego se realizan videollamadas, conocemos a los aspirantes y se seleccionan a los matrimonios. Existe un límite de asistentes debido a las restricciones por la pandemia.

Durante estas conversaciones previas se conocen a los candidatos con el fin de organizar grupos homogéneos para que la experiencia sea más enriquecedora.

Organizadores y matrimonios que asistieron a uno de los programas

Aunque no es un retiro espiritual, se les comunica que el enfoque de toda la jornada es desde la fe y se pone a disposición al sacerdote para que los que quieran puedan conversar con él.

Luego de vivir esta experiencia, las parejas pueden mantener el contacto. Se motiva a tener reuniones mensuales para que esto se convierta en una red de apoyo de matrimonios. Transitar momentos difíciles resulta más sencillo si se cuenta con otras personas que puedan aconsejar y acompañar desde realidades similares.