El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echavarría, estuvo en Ecuador del 6 al 11 de julio. Durante su estancia pudo mantener diversos encuentros con fieles de la Prelatura y grupos de distintas personas. Durante su visita al país de la Mitad del Mundo, el Padre recibió a varias familias, y estuvo presente en diversas labores apostólicas de los fieles del Opus Dei en Quito y Guayaquil.

Fueron días intensos, llenos de cariño y afecto del Padre por sus hijos de Ecuador.

“Tenemos que ser hijos de Dios a todas horas, tenemos que vivir cara a Él constantemente”

En Quito, por ejemplo, pudo visitar la Basílica del Voto Nacional, impresionante templo de estilo neo-gótico, en donde se encuentra ubicada una Capilla dedicada a San Josemaría. Así mismo, en Guayaquil dedicó unos minutos a rezar ante la tumba de Mons. Juan Larrea Holguín, Arzobispo de Guayaquil, en la Catedral de esta ciudad.

En esta ocasión, hubo dos tertulias generales, una en la capital del Ecuador y otra en Guayaquil. En la tertulia en Quito, el Padre respondió a 7 preguntas de los asistentes.  Estas preguntas dieron pie para que el Padre hablase sobre la familia, la responsabilidad social, el apostolado personal, los medios de comunicación, entre otros temas importantes. “Tenemos que ser hijos de Dios a todas horas, tenemos que vivir cara a Él constantemente”, enfatizó apropósito de una pregunta sobre la educación de los hijos.

 En Guayaquil, el encuentro se desarrolló bajo el caris del carácter animoso de los habitantes de estas tierras. En un momento emotivo de la tertulia el Padre dijo a los asistentes: “Sed muy alegres, sed muy generosos, Dios se sirve de vosotros, sois nada menos que instrumentos de Dios para que la gente le conozca, le trate y sea más feliz”.

Después de estas jornadas tan llenas se presencia de Dios, el Padre tomó rumbo hacia Lima, en Perú, dejando en los ecuatorianos un profundo deseo operativo de hacer la voluntad de Dios.