Un congreso para descubrir la belleza y profundidad de la vida matrimonial

El colegio Orvalle, junto al Proyecto Internacional Veritas Amoris y la Asociación Persona y familia, han organizado el I Congreso sobre La verdad y belleza del matrimonio, en el que abordaron temas como la sexualidad, los afectos y la teología del amor, de la mano de expertos en la catequesis de la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II.

Hoy en día es frecuente encontrar cursos sobre la educación de los hijos en el plano afectivo, en su relación con la tecnología, o en el ámbito del desarrollo personal. Sin embargo, en ocasiones el fragor y la velocidad del día a día nos hace olvidar que el matrimonio es el núcleo de la familia y que -como explicaba el papa Francisco en un encuentro preparatorio para la vida matrimonial- el matrimonio es un trabajo de todos los días, se puede decir que artesanal, un trabajo de orfebrería’’.

Fruto de la necesidad palpable de ofrecer herramientas para lograrlo y con el objetivo de descubrir la grandeza y profundidad de la vida matrimonial, el colegio Orvalle junto al Proyecto Internacional Veritas Amoris y la Asociación persona y familia, organizó el I Congreso La verdad y belleza del matrimonio.

En la primera fase, que tuvo lugar durante los meses de mayo y junio, se abordó el aspecto teológico porque, como afirma Marivi Urbina, presidenta del APA del Colegio Orvalle y organizadora del Congreso, “nos parece que lo más necesario actualmente es la formación teológica sobre la que luego se asienta todo lo demás”.

Expertos en la catequesis de la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II

Cerca de una treintena de matrimonios de diferentes colegios de Madrid (colegio Retamar, Centro Educativo Fuenllana, Alegra British school, colegio Montealto y colegio El Prado) han recibido una formación completa, amplia e integradora, de la mano de los expertos en la catequesis de la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II

El misterio de la sexualidad fue explicado por el Padre Juan de Dios Larrú, perteneciente a los discípulos de los corazones de Jesús y María, Catedrático de Moral Fundamental en la Facultad de Teología de San Dámaso y presidente de la Asociación Persona y Familia.

Don Raúl Sacristán, Doctor en Teología, licenciado en Psicología y Profesor de la Facultad de Teología de San Dámaso, abordó el dinamismo afectivo y ayudó a comprender a los asistentes los afectos y su importancia sobre la persona.

El Congreso también contó, entre otros, con el experto Don Juan José Pérez-Soba, Profesor de Pastoral Familiar en el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II y profesor de Teología Moral en la Facultad de Teología de San Dámaso, que explicó la teología del amor. Pérez-Soba desarrolló la revelación del amor, el don divino y su recepción humana o la importancia de la reciprocidad y desinterés en el amor, entre otros aspectos.

    El Congreso La verdad y belleza del matrimonio pretende ayudar a los matrimonios a afrontar muchas situaciones del día a día, dándoles herramientas para descubrir la grandeza de la vocación matrimonial y despertando gratitud y responsabilidad ante la formación adquirida.

    María García-Echániz, una de las asistentes al Congreso compartió su convicción: “lo recomiendo cien por cien porque a mí y a mi marido nos ha hecho entender la realidad del matrimonio, lo que es el matrimonio verdaderamente, y la educación en la fe para nuestros hijos. Creo que lo tendríamos que hacer todos antes de casarnos y después para seguir profundizando”, afirmó.

    Área antropológica, psicológica-afectivo-sexual y situaciones especiales

    Actualmente está teniendo lugar la segunda y última fase del Congreso, en la que se pretende seguir ayudando a cualquier matrimonio o persona interesada en acompañar a matrimonios, con inquietud por recibir una formación completa de calidad que facilite este acompañamiento.

    “De esta forma tendremos un conocimiento muy sólido de toda la realidad matrimonial que fortalezca nuestro matrimonio, nos ilumine para enseñar a nuestros hijos esta maravillosa realidad y nos ayude a aconsejar a nuestros amigos en sus distintas circunstancias”, destaca Mariví Urbina.

    Con el objetivo claro de que la familia siga siendo la base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida, como recordaba San Juan Pablo II.