Gaby Monckeberg: sus cuarenta años en san Gregorio y sesenta en el Opus Dei

A primeras horas de la mañana de un día viernes –ella era tempranera– partió al Cielo, ya casi centenaria, Gabriela Monckeberg de Cuevas. Publicamos el extracto de una entrevista que se le hizo hace años, en la que contó cómo había llegado a ser supernumeraria del Opus Dei y su trabajo, durante cuatro décadas en la población San Gregorio.

Hay que remontarse a la década de los años sesenta. Entonces Gaby, como la llamábamos, participaba en la Acción Católica. La impulsaba su inquietud social y se involucraba en todas las actividades. Y siendo delegada de esa institución conoció a don Adolfo Rodríguez Vidal, sacerdote que trajo la Obra a Chile. Sin embargo pensó: “Habla para santos” .
Luego asistiría a un retiro y ahí percibió mejor lo que el Opus Dei planteaba: “Era un cambio de vida total y, al mismo tiempo, entender que podía conseguir la santidad en el trabajo ordinario, en la casa”.

Hasta entonces Gabriela pensaba, como muchas personas de la época, que si aspiraba a una vida espiritual más comprometida tenía que irse de monja o vivir en una población para ayudar a la gente más necesitada. Pero estaba casada y tenía siete hijos: ¡Cómo podía dedicarse a lo uno y a lo otro! “Y encuentro esta maravilla del Opus Dei. Esto es lo mío”, dijo.

Después de un tiempo pidió la admisión: “¡Es la gracia de Dios más grande que uno pueda haberse imaginado!”, señalaba.

San Gregorio

Gabriela no dejó su vocación social: comenzó a trabajar en un centro de madres en San Gregorio, una de las poblaciones de Santiago más conflictivas de la época en la comuna de La Granja. Junto a otras tres o cuatro amigas ofrecían talleres y charlas de formación, en un contacto muy estrecho con las pobladoras. Cada día de la semana asistían sesenta señoras; los resultados se aprecian en miles de mujeres que aportaron económicamente en su hogar y se formaron espiritualmente. Sin embargo, el efecto más directo se daba entre las propias mujeres que se turnaban para enseñar porque, como Gaby señalaba, “para nosotras no es difícil ir, ¡vamos felices!”.

Junto a Gaby (al centro), algunas de sus amigas que acudían con ella cada semana a la población San Gregorio.
Junto a Gaby (al centro), algunas de sus amigas que acudían con ella cada semana a la población San Gregorio.

Gabriela Monckeberg cumplió más de 40 años yendo todos los martes a San Gregorio. Ni la edad ni las enfermedades la detuvieron.


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Un día en el comedor San Gregorio

Desde hace 50 años la Asociación San Gregorio, fundada por Gabriela Monckeberg y María Rosa Morandé, entre otras mujeres que participan en los medios de formación del Opus Dei, ha buscado atender las necesidades espirituales y materiales de las personas que viven en la Población San Gregorio, situada en la comuna de La Granja. A través de talleres que imparten en la sede con que cuentan en la calle 1 Oriente, han ofrecido formación humana y espiritual a muchas mujeres jóvenes y mayores de esa comuna.

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