Un domingo de enero por la tarde Lía se extrañó al ver que Montse cojeaba un poco. También su madre lo advirtió. "Llamamos al doctor Sáenz -cuenta Manolita- que vino tan campechano y jovial como siempre, y empezó a gastarle bromas:
-Vamos, vamos, Montse, ¿pero a quién se le ocurre ponerse enferma?
El doctor no le dio ninguna importancia a aquel dolor en la rodilla y le recetó unas vitaminas. Pero el dolor no se le quitaba. Al poco tiempo la vio de nuevo; le dijo que se pusiera una rodillera y le sorprendió por su decaimiento físico; estaba perplejo:
-Lo que no puedo comprender -me dijo- es que tenga este aspecto con la cantidad bárbara de vitaminas que está tomando; esto es lo que más me preocupa".
"Montse pensó que aquella rodillera que le habían indicado que se pusiese era poco menos que un aparato ortopédico -recuerda Carmen Salgado- y cuando me lo contó en Llar yo le dije que yo tenía una y que se la podía dejar. Se la llevé y en cuanto la vio me dijo, riéndose: 'anda, si de esto tienen mis hermanos para jugar al hockey; yo pensaba que era una cosa muy cara...'. Y se puso muy contenta por no tener que haber hecho un gasto a sus padres".
Era una caída sin importancia; quizá un nervio hinchado que necesita un poco de reposo; pero el dolor no cedía y cojeaba un poco al caminar. "Yo -cuenta Rosa-, cuando la vi venir hacia mí cojeando, creía que se estaba riendo de mí, y le dije:
-Mujer, que encima te burles de los pobres que andamos así...
-¡No, si no me burlo -me explicó- si es que me he dado un golpe y me duele la rodilla!"
"Sin embargo -sigue contando su madre-, el Dr. Sáenz estaba muy inquieto por aquel asunto: sabía que nuestros hijos no eran enfermizos ni quejones. Las 'curas de caballo' se habían hecho célebres en casa: cuando los chicos venían del colegio con alguna herida, Manuel tomaba las tijeritas, cortaba la piel, lo desinfectaba bien y no pasaba nada... Aguantaban a pie firme porque les habíamos enseñado a ser recios. Por eso, en Seva, se extrañaron tanto cuando uno de sus amigos empezó a llorar a moco tendido cuando se lastimó y le puse en la herida un poquito de agua oxigenada..."