“¡¡Chicos, vamos allá!!”. Ése fue el decidido grito del productor musical Javier García cuando apenas hace un mes le planteaban organizar un concierto de rock en Valencia para conectar al público más joven con las necesidades de la mujer africana. Javier García es CEO de Oongaku, una firma de eventos y música en directo, y se mueve como pez en el agua en el mundo de la música. No sólo organizó un concierto de rock, sino una velada musical en la que también hubo flamenco y Dj’s, y en la que además de pasarlo en grande los organizadores lograron levantar fondos para la Escuela Rural Ilomba, en Costa de Marfil.
La escuela Ilomba es uno de los proyectos promovidos en África por la ONG internacional Harambee, y en ella se proporciona capacitación profesional y atención sanitaria a mujeres sin recursos. El centro funciona desde 1998 en un área muy pobre del país, y junto a las instalaciones para la formación de mujeres, incluye un dispensario médico donde se combate cada día la malnutrición infantil y se forma a las madres en hábitos de higiene y salubridad.
En cuanto Javier explicó el proyecto de Ilomba y Harambee a varios amigos músicos, estos se ofrecieron a participar desinteresadamente, y formaron un fantástico grupo de pop-rock, ‘Los Guacalitos’, que alegraron la noche con canciones que invitaban al público a dar palmas y danzar. El percusionista –que es hermano de Javier– marcaba el ritmo, y la solista interpretó temas rumberos y divertidos.
El concierto lo abrió Nacho Baños, uno de los mayores expertos mundiales en guitarras eléctricas, que además lidera la banda Tres hombres, con Manuel Ugarte a la batería y Yago Soriano al bajo. El grupo acudió al concierto tras la llamada de Ignacio, catedrático de la Universidad Politécnica y colaborador habitual de Harambee. Y realmente su intervención fue apoteósica.
Si yo hubiera tenido Harambee no me habría tenido que jugar la vida viniendo hasta aquí, contó Harouna Garba, que llegó a España a bordo de una patera
En una de las pausas entre grupo y grupo, el consultor de marketing y presentador Patxo Grau entrevistó a Harouna Garba, apasionado colaborador de Harambee desde que lo conoció, años después de llegar a España a bordo de una patera. Harouna contó su aventura para llegar a las costas españolas desde su país, Togo. Una aventura que duró varios años, y en la que estuvo muchas veces a punto de perder la vida.
Garba dejó claro lo que necesita África: “No necesitamos comida. Necesitamos formación. Es lo que hace Harambee. Vosotros, que tenéis corazón, y queréis ayudar, no deis vuestra ayuda a cualquiera. Ayudad a Harambee, porque yo he visto lo que hace Harambee. Harambee da formación, que es lo que necesitamos. Harambee cuida a las personas. Si yo hubiera tenido Harambee no me habría tenido que jugar la vida viniendo hasta aquí. Tuve suerte porque llegué, y me encontré con gente de corazón, como la gente de Harambee y la gente de Xabec . Yo quiero para mi país Harambee. Por favor, vosotros, que también tenéis corazón y por eso estáis aquí, ayudad a Harambee, que es obra buena, muy buena”.
El mensaje de Garba emocionó a los presentes. “Al escuchar a Garba se me ha hecho un nudo en la garganta. Me ha costado arrancar…”, contaba la solista de los Guacalitos. Pero tras escuchar el testimonio cantó rumbas como nunca.
Al concierto acudió también el conocido instagramer de Valencia Ignacio Gil, también conocido como @nachter, colaborador de Harambee, quien movió el evento en las redes sociales y atrajo a bastantes seguidores. Patxo Grau le entrevistó en otra de las pausas. Una entrevista divertida sobre la influencia y los influyentes y lo que de verdad vale la pena. Además @nachter sorprendió a todos con un espectacular beatbox, arte que domina como pocos.
El cierre lo protagonizó uno de los mejores grupos de música electrónica valenciana, The Basement, que había anunciado el evento en su sitio web con el corazón en la mano: “Puede que no todos, pero en ocasiones –cegados probablemente por vivir en un paraíso como Valencia– nos olvidamos de lo duro que resulta vivir en ciertos lugares del globo. En The Basement somos profesionales del disfrute y los gozanales de fin de semana, pero no queremos perder la oportunidad de ayudar siempre que se nos requiera o necesite”. Y la verdad es que cumplieron.
Gracias a la combinación de talento y generosidad la hucha grande colocada en la barra del bar de la Fábrica de Hielo al inicio de la fiesta se llenó de monedas para Ilomba. La noche fue tan bien que los organizadores se despidieron hablando ya del próximo concierto, para el que tienen casi cerrada la fecha.
“Nunca se borran las huellas de las personas que caminaron juntas”, dice un proverbio africano. Cuánto más si esas personas, además de caminar, bailaron…