Este año, BeDoCare[1] propone un encuentro sobre “el legado para las futuras generaciones”, con participantes de varios países de América. Será una oportunidad para que ONGs, empresas y universidades compartan ideas y encuentren soluciones creativas a problemas complejos. El congreso tendrá lugar del 10 al 12 de octubre en Brasil, São Paulo.
El tema central girará en torno a la responsabilidad de estas entidades para generar un impacto socioambiental positivo y duradero, con un enfoque en las necesidades sociales. Juntas sumarán esfuerzos para promover el trabajo digno como clave para el futuro de los jóvenes y el progreso social.
—Vitória, ¿cuál fue tu rol en el evento BeDoCare?
—Tuve la oportunidad de participar en el comité organizador de la primera edición de BeDoCare, que se celebró en Roma en 2022. Aunque ya no estoy directamente involucrada, sigo acompañando la preparación de la edición brasileña.
—¿De dónde surgió la idea de organizar esta actividad?
—En junio de 2021, el prelado del Opus Dei convocó a todos los miembros de la Obra y amigos a participar en la preparación del centenario del Opus Dei, que durará de octubre de 2028 a febrero de 2030. En esa ocasión, también comunicó que había creado un comité de preparación del centenario.
Este comité propuso como primera actividad una reunión con iniciativas sociales nacidas bajo el impulso de las enseñanzas de san Josemaría. El objetivo era sumar contribuciones de los participantes en tres aspectos: formas de promover la sensibilidad social, revitalización del propósito de las iniciativas sociales inspiradas en el mensaje de san Josemaría y el posible legado social del centenario del Opus Dei.
—¿Cuáles fueron los principales logros de la primera edición?
—La conferencia “Agrandar el corazón” de Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, fue inspiradora. Estaba dirigida especialmente a personas dedicadas profesionalmente a causas sociales, pero con ideas que pueden ayudar a cualquier persona que quiera profundizar en la identidad y misión del cristiano en la vida social desde cuatro dimensiones: espiritual, profesional, personal y colectiva.
Además, el hecho convocar a personas de diferentes países que trabajan en iniciativas sociales ya es en sí algo enriquecedor. La creación de relaciones es muy importante porque permite recargar energías al saber que no estás solo, que hay mucha gente preocupada por hacer el bien.
Por otro lado, a pesar de la gran variedad de perfiles de participantes en la edición de Roma, muchos de los desafíos eran similares: profesionalizar el servicio prestado, conseguir la sostenibilidad económica de los proyectos, no perder la propia identidad en medio del esfuerzo por sobrevivir. A través del intercambio de experiencias y de desafíos comunes, se puede llegar a nuevas soluciones y sinergias.
El Prelado también propuso dos mensajes importantes que desde entonces vemos que están dando fruto: trabajar con otros e invertir en investigación.
—La segunda edición de BeDoCare será en octubre de 2024 en São Paulo. ¿Por qué Brasil?
—En 2022, los participantes sugirieron la organización de encuentros BeDoCare regionales, creando un espacio privilegiado para que organizaciones de una misma región geográfica, enfrentando desafíos similares, pudieran interactuar mejor.
En ese contexto surgió la propuesta de realizar una edición en América, cuando algunas personas presentes en Roma comenzaron a idearlo. Además, el 50.º aniversario del viaje de san Josemaría a varios países del continente, incluido Brasil, reforzó la decisión de seguir adelante con el proyecto.
—¿Y cuál es la propuesta de esta segunda edición?
—BeDoCare Roma nació con la intención de inspirar procesos de concientización y renovación, y la edición de São Paulo nació en continuidad con el encuentro de 2022. Sin embargo, hay algunas diferencias: la edición en Brasil, además de tener el foco en América Central y América del Sur, presenta un tema que es “El legado para las futuras generaciones”.
Otra diferencia es que en São Paulo esperamos reunir no solo ONGs, sino también universidades y representantes del sector privado para compartir perspectivas y posibles soluciones para los desafíos sociales. Hay un gran potencial de colaboración entre estos sectores porque juntos pueden reflexionar, conversar e inspirarse para explorar soluciones que enfrenten los desafíos de sus respectivos países.
—En qué sentido se inspira en el mensaje de san Josemaría?
—Al leer los textos de san Josemaría y escuchar lo que decía en sus encuentros con personas de diversos países, encontramos una profunda preocupación social.
Hay una palabras en "Es Cristo que pasa" que tiene mucha fuerza: “Un hombre o una sociedad que no reaccione ante las tribulaciones o las injusticias, y que no se esfuerce por aliviarlas, no son un hombre o una sociedad a la medida del amor del Corazón de Cristo. Los cristianos —conservando siempre la más amplia libertad a la hora de estudiar y de llevar a la práctica las diversas soluciones y, por tanto, con un lógico pluralismo—, han de coincidir en el idéntico afán de servir a la humanidad. De otro modo, su cristianismo no será la Palabra y la Vida de Jesús: será un disfraz, un engaño de cara a Dios y de cara a los hombres” (n. 167).
Es importante destacar que la preocupación social es algo que cultivamos como cristianos y que compartimos con muchas personas que, incluso sin fe, trabajan generosamente en causas sociales. Lo específico del Opus Dei quizás tiene que ver con la traducción de esta preocupación social en la vida ordinaria, buscando convertir las realidades cotidianas en un lugar de encuentro con Dios y de servicio a los demás, transformando las estructuras sociales a través del trabajo y fomentando la práctica de las virtudes.
En cierta manera, la preocupación social que todos deberíamos cultivar está “dentro” del espíritu del Opus Dei: cristianos en medio del mundo que buscan santificarse en el trabajo. Estar en medio del mundo implica reconocer que somos seres en relación con los demás –“ninguna vida humana es una vida aislada, sino que se entrelaza con otras vidas”, decía san Josemaría– y que estamos llamados a cultivar una sintonía con el tiempo en que vivimos, incluidos sus desafíos. Mons. Ocáriz recordaba recientemente que “’amar el mundo apasionadamente’ implica conocerlo, cuidarlo y servirlo”.
—Muchas personas se preocupan por las cuestiones sociales y las necesidades de su entorno. Pero a veces sienten que no pueden hacer nada para colaborar. ¿Qué les dirías?
Recordaría unas palabras que el prelado del Opus Dei dijo a los brasileños cuando estuvo en São Paulo: “No piensen que no pueden hacer nada. A veces podemos hacer más de lo que pensamos”.
Sucede que a veces no hacemos nada porque no somos capaces de “resolver” un problema social, pero ¿no podemos ayudar en algo? Si cada persona tiene iniciativa y hace el bien que está a su alcance, aunque sea pequeño, es posible crear un movimiento de solidaridad y atenuar la globalización de la indiferencia de la que habla el Papa Francisco.
—Gustavo, ¿estás colaborando en la organización de BeDoCare São Paulo?
—Sí, he colaborado en la gestión de los ponentes y personas de referencia en el tercer sector.
—Algunas personas preguntan cómo funcionará el intercambio de experiencias entre los participantes. ¿Podrías explicarlo?
—El intercambio de experiencias en BeDoCare está estructurado para promover un diálogo enriquecedor entre los participantes. Participé en la primera edición en Roma y presencié cómo las sesiones de co-creación y mesas redondas fomentan el intercambio de ideas entre ONGs, empresas y universidades.
Además, es muy motivante que todos estén unidos por una misión común: el bien del prójimo. Este ambiente genera discusiones enfocadas en soluciones de impacto social que van mucho más allá del evento.
—¿Qué esperas de BeDoCare São Paulo?
—Espero contagiarme del vigor de personas que están decididas a mejorar el mundo. Quiero aprender de las experiencias de otras instituciones que comparten esta misma visión y, sobre todo, iniciar nuevas alianzas que puedan generar aún más impacto social
Más información en el página web oficial de BeDoCare] e Instagram @BeDoCare.
[1] BeDoCare nació con un encuentro en Roma entre los días 28 y 30 de septiembre de 2022, en el marco de la preparación para los 100 años del Opus Dei y del 20.º aniversario de Harambee, una iniciativa promovida en el contexto de la canonización de san Josemaría Escrivá.
La primera edición reunió a 150 participantes de 35 países, representando 90 iniciativas que nacieron por inspiración de las enseñanzas del fundador del Opus Dei.