Una “escuela para la familia” desde la radio

Enfrentarse con el público es difícil y es un reto mayor asumir grandes audiencias, pero la familia vale el esfuerzo. Milena Araujo Ferrer cuenta la historia de cómo Escuela para Padres la catapultó a un programa radial que ha ampliado su círculo de acción en este Año de la Familia.

Hace poco más de un año Magda, que asistía a los medios de formación en Montañera, un Centro del Opus Dei en Mérida, capital andina en Venezuela, me propuso apoyar a las familias de los colegios con el proyecto Escuela para Padres. Lo pensé con detenimiento, porque solo tenía cuatro años en este estado del occidente venezolano y aún estaba adaptándome a la idiosincrasia más serena de la gente de montaña. Sin embargo, nos pusimos en marcha.

La idea inicial era ampliar nuestro ámbito de acción y brindar una ayuda a los padres. Luego, enganchó perfecto con el Año de la Familia, al que convocó el Papa Francisco. Magda organizaba el cronograma de trabajo y fuimos llegando a muchos colegios de la ciudad con esta propuesta. Incluso estuvimos en un prescolar y una escuela primaria que dependen de instituciones gubernamentales.

Admito que me imponía un poco tener un micrófono en la mano ante un auditorio repleto de madres y padres con la responsabilidad de una familia en sus hombros. Eso es mucho más que un grupo pequeño de catequesis o una charla de formación a las que estoy acostumbrada. También debo reconocer que, entre mis genes familiares de artistas y publicistas, tengo una vena de comunicadora por naturaleza. Lo que no sabía es que, en uno de los muchos colegios que visité, encontraría un espectador especializado que catapultaría estas charlas de auditorio a una cabina de radio. Así lo cuenta Jairo Duarte, locutor del programa La Parada, del circuito radial La Mega 91.1:

“Coincidí con Milena en una Escuela para Padres en el colegio de mis hijos. Tenía la idea de que iba a ser una actividad sosa y aburrida, pero acepté acompañar a mi esposa y la pasé muy bien, fue divertido y enriquecedor. Además, me gustó cómo Milena llevó la dinámica: su tono de voz, su acento y vi la oportunidad de sacarle provecho a ese talento en la radio y ayudar al público con estos temas”.

Milena junto a Jairo Duarte, locutor del programa "La Parada" en la emisora La Mega.

Así fue como, sorprendida, asustada pero alentada por mis amigas, se me abrió la posibilidad de llegar a más gente de la que me imaginaba, a través de un segmento semanal en un programa diario en La Mega 91.1 Mérida. Es una emisora con gran prestigio en el país y –tengo que decirlo–mi radio favorita desde que era niña.

Claro, no fue llegar a la cabina y sentirme a mis anchas frente al micrófono. Pasaron muchos programas para conseguir la confianza de hablar y seguir el ritmo del equipo de Jairo, pero ha sido increíble la receptividad de la audiencia; aunque el mérito es de Jairo, por su gran don de gentes y su profesionalidad.

Esto ha sido un continuo aprendizaje. A la par que avanzábamos con los programas, me animó a abrir una cuenta de Instagram –que mi amiga Kristina, antigua alumna del Colegio Las Fuentes, donde trabajé un tiempo, creó con una identidad visual excelente– para conectar mejor con el público. Esta es la vía directa para que las familias interesadas se comuniquen con nosotros.

Identidad gráfica diseñada para el Instagram desde donde comparte más contenido sobre familia. (Pincha la imagen para acceder a su cuenta)

Jairo tiene una dupla en la locución con Samantha Méndez, joven y divertida. Con ellos salgo al aire cada martes, con temas que ya hemos acordado sobre casos que afectan a distintos grupos familiares. Los tópicos pueden ser sensibles y complejos, hablamos de noviazgo, despedidas por migración, separaciones, hijos con conductas complicadas... Y aunque a veces hasta se nos ha quebrado la voz cuando lo que conversamos toca la sensibilidad propia, siempre el buen humor de este equipo hace que salgamos airosos.

Pero… ¿Qué dice el propio Jairo, quien generó el proyecto de esta “Escuela para Todos”, sobre su experiencia con este segmento para la familia?

“Me ha ayudado mucho. Los temas que tocamos al aire lo observo dentro de la dinámica de familia con mis chamos y me ha funcionado, lo agradezco y lo comento durante el programa. Milena explica situaciones y yo echo el cuento al aire de lo que ocurre en mi casa. A veces me regaña en vivo si lo hago mal y me felicita si lo hago bien. Ha sido positivo”, cuenta divertido Jairo.

Este salir de mi zona de confort —retoma Milena— ha sido un reto pero también una gran aventura al entrar en el mundo frenético de la radio. Yo disfruto cada martes, porque hago lo que más me gusta, que es hablar aportando contenido, y lo siento casi como un día de vacaciones. El mismo equipo me ha hecho fácil la integración, los muchachos de producción y la gente en cabina hacen cada vez más amena la experiencia.

Jairo, Samatha y Milena en uno de los programas.

Sin embargo, lo más importante y lo que más me ha impresionado son los radioescuchas. No pensé llegar tan lejos y ayudar a resolver situaciones tan complejas gracias a este medio de comunicación, donde puedo transmitir un mensaje no solo cuando estoy al aire sino muchas veces al terminar el programa con las personas que me contactan para pedir asesorías familiares. Es así cómo, de las grandes audiencias, no pierdo la oportunidad de ayudar uno a uno.

Las ondas de radio se parecen mucho a lo que decía San Josemaría en el punto 831 de Camino: “Eres, entre los tuyos —alma de apóstol—, la piedra caída en el lago. —Produce, con tu ejemplo y tu palabra un primer círculo... y éste, otro... y otro, y otro... Cada vez más ancho. ¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión?