Historia

Las primeras personas del Opus Dei arribaron a Venezuela en octubre de 1951. Fueron tres jóvenes profesionales y un sacerdote.

Más tarde, en 1954, llegaron las primeras mujeres del Opus Dei. En esos mismos años, la labor apostólica con estudiantes y profesionales se fue expandiendo en y desde los Centros del Opus Dei erigidos en Caracas, y llegaron las primeras vocaciones venezolanas, hombres y mujeres.

Pronto, también, se realizaron viajes a diferentes ciudades (Maracaibo, Valencia, Barquisimeto), y se conoció entonces a un buen número de personas, y así se fueron constituyendo los Centros en esos lugares, siempre con la venia de los Obispos.

También se conocieron personas de otras localidades, y en algunas de ellas se establecieron Centros, y en otras, muchas, se atiende a las personas del Opus Dei y a los Cooperadores con viajes periódicos. Desde mediados de los años setenta se iniciaron viajes a Trinidad y Tobago, para atender a personas que vivían allí, hasta que se erigió un Centro en 1982.

San Josemaría Escrivá dijo a los venezolanos: “Sois temperamentos capaces de cualquier cosa grande, de cualquier cosa noble, de cualquier cosa santa".

En 1974 y 1975 viajó a Venezuela el Fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá, en compañía de Alvaro del Portillo, después primer sucesor de San Josemaría en la dirección del Opus Dei, y de Javier Echevarría, segundo sucesor. Su actividad se desplegó en varias reuniones con miles de personas, de toda edad y condición social y económica, con las que habló sobre la vida cristiana, infundiendo ánimo y claridad.

En uno de esos encuentros dijo “Sois temperamentos capaces de cualquier cosa grande, de cualquier cosa noble, de cualquier cosa santa; y, como yo, de cualquier cosa vil, de cualquier cosa vergonzosa, de cualquier cosa malvada. Por eso hemos de luchar. Tú y todos los del trópico, y yo que no soy del trópico, pero que me siento ya del trópico”.

En los dos viajes vivió en el Centro de Encuentros Altoclaro, cerca de San Antonio de los Altos. Desde allí bajó a Caracas para saludar al Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas, quien lo recibió en su despacho en la Catedral. En esa oportunidad habló también con el después Cardenal, Mons. José Alí Lebrún.

En agosto de 2001 vino a Caracas Mons. Javier Echevarría, actual Obispo Prelado del Opus Dei, quien también recibió a miles de personas en reuniones efectuadas en Caracas, Maracaibo y Port of Spain (Trinidad).

Desde Venezuela y Trinidad asistieron miles de personas a los actos en Roma de la Beatificación (1992) y de la Canonización (2002) de San Josemaría Escrivá, efectuados ambos en la Plaza de San Pedro por el Santo Padre Juan Pablo II. 

La devoción a San Josemaría Escrivá se ha ido extendiendo por toda Venezuela, con mucho provecho a favor de las necesidades materiales y espirituales de las personas, especialmente la de iniciar o reiniciar una vida cristiana práctica, santificando y santificándose a través de las realidades ordinarias de la vida, como la familia y el trabajo.