70 años compartiendo historia

En Venezuela, durante todo octubre, estuvimos de fiesta por el 70 aniversario de la llegada del Opus Dei a nuestro país. Hoy, fiesta de todos los Santos, damos cierre a este mes de celebración agradeciendo a Dios que nos haya recordado que la santidad es para todos.

Recordemos un momento la Venezuela de la década del cincuenta. Era una sociedad que enfrentaba el fracaso de su primera experiencia democrática y vivía una dictadura de corte militar. Eran tiempos desafiantes. Y en este país joven, comenzó una labor apostólica que buscaba –y sigue buscando– acercar las personas a Dios a través del ejercicio de su trabajo profesional: el Opus Dei.

La Obra llegó a Venezuela en 1951 y este año celebramos sus primeros 70 años en el país. Sorprende pensar en la audacia y en la fe que guiaba a los primeros miembros del Opus Dei que llegaron a nuestras tierras. Europeos de mediados del siglo XX que se lanzaron a la aventura de llevar el mensaje de la llamada universal a la santidad en un terreno que les era humanamente desconocido.

Apenas habían transcurrido poco más de dos décadas de aquel 2 de octubre de 1928, cuando Josemaría Escrivá de Balaguer fundó el Opus Dei. Este joven sacerdote vio hombres y mujeres de todo el mundo que encontrarían ocasiones para servir y amar a Dios en sus esfuerzos cotidianos, en la vida corriente. Era –y sigue siendo– un mensaje de raíz radicalmente evangélica e, incluso, revolucionario. Significa que el Cielo nos espera a todos y que la santidad es una invitación personal amorosa de nuestro Padre, Dios.

Así nació la Obra. Esos primeros años fueron difíciles. Las vicisitudes de la historia los hicieron especialmente retadores. Eran tiempos convulsos dentro y fuera de España. Pero, como las empresas divinas son escritas con rectitud sobre renglones torcidos y Dios jamás abandona a sus hijos, el Opus Dei creció y en cuanto se pudo, comenzó su expansión por el mundo.

Siete décadas después de su llegada a Venezuela, el país vive momentos difíciles. Salta a la vista aquello que San Josemaría refería: "estas crisis mundiales son crisis de santos". Y es que, detrás de las dificultades diarias que enfrentamos los venezolanos, se encuentra un mar de fondo cargado de faltas humanas que merecen ser atendidas.

Quizás, por eso, ese mensaje que ofrece la Iglesia a través del Opus Dei que todos, por el hecho de ser hijos de Dios, estamos llamados a ser santos, cobra una especial importancia en estos tiempos. Saber que estamos en manos de nuestro Padre Dios y abrirnos a su misericordia es un bálsamo eficaz para aliviar los momentos que nos han tocado vivir.

Cumplimos los primeros setenta años en el país conmovidos por la fe de su gente, alegres por la reciente beatificación del doctor José Gregorio Hernández –un médico que nos da ejemplo de santificación en el trabajo profesional–, y seguros de la capacidad que nos da Dios para construir soluciones propias a los tiempos que nos han tocado vivir.

Venezuela es un país mariano que se desborda de amor ante nuestra Madre. Es tierra de hombres y mujeres que trabajan, que echan para adelante y sonríen. Eso no es poca cosa. Por eso, en este aniversario de la llegada del Opus Dei, le pedimos a nuestro Señor que nos ayude a ser persistentes en nuestra labor, generosos en la entrega y, sobre todo, vehículo fiel para acercar a las almas a Dios.

Recursos:

Podcast "Fragmentos de historia": serie especial por los 70 años del Opus Dei en Venezuela: 
🎧 La llegada de los primeros 
🎧 La Curiara. El primer Centro para jóvenes en Caracas. 
🎧 Expansión a otras ciudades

👀 Línea del tiempo – 70 años 

Ignacio Rodríguez Mayz. Vicario Regional del Opus Dei en Venezuela.