En el primer día de su visita pastoral a Finlandia y Estonia, el Prelado saludó a algunos fieles del Opus Dei de esas dos naciones en el aeropuerto internacional de Vantaa, situado en Helsinki (Finlandia). Desde allí se trasladó a Tallin (Estonia) en un trasbordador que recorre los 80 kilómetros que separan las capitales ugrofínicas (Finlandia y Estonia).
Durante el recorrido, las personas del Opus Dei que le acompañaban aprovecharon para explicarle algunas costumbres estonias, como la gran tradición de canto polifónico.
En Tallinn se reunió con varios centenares de personas en distintos lugares. A todos animó a desarrollar, con su vida y ejemplo, un intenso apostolado evangelizador, especialmente entre aquellas personas que no han tenido la oportunidad de oír hablar de Jesucristo.
Especialmente emotivo fue su encuentro con el director de teatro Lembit Peterson, que estuvo con el beato Álvaro del Portillo cuando visitó Estonia en 1993. En aquel momento, los católicos estonios no superaban la decena.
A las varias docenas de participantes que acudieron a una reunión celebrada en un polideportivo, Mons. Echevarría habló de volver a las raíces de una tierra declarada por el Papa Inocencio III “de María”. También en esta sede, animó a los estonios a hacer, de la mano de la Virgen, mucho apostolado, sin respetos humanos.
En Finlandia
El domingo participó en un encuentro en un hotel céntrico de Helsinki, al que acudieron unas 200 personas. El Prelado insistió en la importancia de la oración y del amor al prójimo. Un matrimonio joven con tres hijos le preguntó sobre la importancia de formarse para ser buenos padres, con el mismo empeño que nos formamos para ser buenos médicos, abogados, etc. Sin embargo, muchas veces se deja de lado el formarse para ser un buen marido, una buena mujer, unos buenos padres.
Mons. Echevarría contestó recordando que la familia es el núcleo de la sociedad, y que una familia que se quiere ayuda también a todas las familias a su alrededor. El Prelado pidió a los maridos “que queráis a vuestras mujeres, que las respetéis; mujeres, que queráis todos los días -cada día- a vuestros maridos, que los comprendáis” y les animó a tener la “necesidad de serviros y de empujaros para que la felicidad vuestra sea también la felicidad de vuestros hijos y de las familias que os conocen”.
También habló bastante sobre la sociedad finlandesa. El Prelado remarcó que Finlandia ha conseguido un nivel de desarrollo que es admirable y del que se puede aprender mucho. A la vez animó a los finlandeses a ayudar a otros países menos desarrollados y a no olvidar que también en Finlandia hay pobres y gente marginada, ante la que no podemos cerrar los ojos. Asimismo, invitó a los presentes a luchar contra la tentación del individualismo y lanzarse a vivir para y por los demás. Especialmente animó a los presentes a visitar a enfermos o ancianos, que pueden sentir la tristeza de la soledad.
Al finalizar la tertulia, tuvo un encuentro con varias familias. Además visitó Tavasttähti y Silta-Klubi, dos residencias de estudiantes en las que el Opus Dei promueve medios de formación cristiana.
Las universitarias realizaron una representación teatral sobre las etapas de la vida de una persona y el cuidado que prestan los ángeles custodios. Además, regalaron al Prelado una fotocomposición que imitaba la placa de la primera residencia de la Obra en Madrid, DYA. En finés se leía: Silta Klubi. Emilie destacó la fe que san Josemaría tuvo cuando emprendió con medios escasos la tarea apostólica entre jóvenes estudiantes. Y cómo de su respuesta generosa a Dios ahora muchas personas, como ella, pueden crecer humana y espiritualmente en muchas residencias de estudiantes en los cinco continentes.
Con los estudiantes, fue especialmente emotiva la conversación con Elías, luterano y cantaautor, que cantó al Padre una de sus canciones en la que habla de lo fácil que es olvidarse en los países desarrollados de los problemas de los pueblos en vías de desarrollo. El Prelado le agradeció la canción y le animó a seguir cada día más a Cristo, siendo un persona que reza y se mueve para ayudar a los demás.
El lunes por la mañana monseñor Javier Echevarría se reunió con el Obispo de Helsinki, Teemu Sippo. Más tarde, tomó el avión de vuelta a Roma. Este viaje ha sido su sexta visita al país desde que fue nombrado como Prelado del Opus Dei por san Juan Pablo II.