El futuro debe empezar ahora

El 9 de enero de 2002 se cumplirán cien años del nacimiento del beato Josemaría Escrivá. “El Institute for Industrial Technology (IIT) —explica Darlington Agholor, Director de Administración del instituto— es un regalo de cumpleaños en el Centenario de su nacimiento”.

El Institute for Industrial Technology (IIT) es un proyecto social en Nigeria orientado a la enseñanza de aptitudes técnicas y valores éticos a jóvenes recién salidos del colegio, y a trabajadores mayores del sector menos privilegiado de la sociedad.

En Nigeria, un país con una población estimada en 120 millones de personas, la mayoría de los habitantes viven por debajo del nivel de la pobreza. La tasa de paro en el país llega a rondar el 60%. El IIT está abierto a personas de todas las tribus y religiones, y su objetivo es dar formación de calidad para que todos lleguen a estar altamente cualificados.

Entrevista con Darlington Agholor

¿Quién inspiró la idea de este proyecto?

Este proyecto, como muchos otros de carácter social con características parecidas en todo el mundo, han sido resultado del impulso del beato Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Él estaba muy interesado en ayudar a los menos privilegiados de nuestra sociedad, mejorando sus condiciones sociales para que pudieran obtener los recursos necesarios para vivir una vida más digna. Lo aprendimos de su profunda caridad cristiana, que le hizo ver en cada persona a un Hijo de Dios. El beato Josemaría lo afirmó con claridad: «¡Ninguno es mejor que otros, ninguno! ¡Somos iguales! Cada uno de nosotros vale lo mismo, ¡cada persona vale la sangre de Cristo!» Nos animó, como lo hizo con sus hijos en otros países, a empezar cuanto antes, con otros ciudadanos de buena voluntad, una escuela técnica para proveer habilidades y una sólida formación cristiana a cuantas personas fuera posible en este gran país. Somos conscientes de llevar a cabo su deseo. El 27 de marzo de 2000, el IIT arrancó con sus primeros diez aprendices. ¡Un principio pequeño para un sueño ambicioso!

El 9 de enero de 2002 se cumplirán cien años del nacimiento del beato Josemaría Escrivá. Esta escuela es un regalo de cumpleaños en el Centenario de su nacimiento, un monumento humilde que hemos empezado en su honor, que quiere mostrar la gratitud por habernos dejado el espíritu del Opus Dei —santidad a través del trabajo ordinario—. El legado del beato Josemaría Escrivá no es cuantificable, por tanto cualquier cosa que se haga con gratitud siempre será poca. Tenemos puesta nuestra esperanza en que la escuela seguirá durante muchos años dando testimonio de esta gratitud y nuestra devoción al beato.

¿Qué métodos de formación se utilizan en el IIT?

Se utiliza el sistema de formación dual, experimentado ya en Alemania y, después, en Filipinas. Es un sistema donde el alumno realiza su aprendizaje en dos lugares con absoluta sintonía: la escuela y la fábrica. La escuela proporciona una educación básica y generalista, incluyendo aspectos culturales, sociales y doctrinales, mientras que la fábrica proporciona la experiencia más específica del trabajo, facilitando el trabajo en equipo.

Darlington Agholor

La escuela dispone de tres programas principales: un curso de electromecánica de tres años de duración, orientado a jóvenes entre 18 y 21 años, que acaban de realizar el bachillerato; un curso de dos años de electromecánica para profesionales; y cursos de corta duración.

Se prepara a los alumnos para que sean técnicos capaces de desarrollar múltiples habilidades, en electricidad, mecánica, electrónica y automatización. Con el tiempo, se ampliará el contenido de los cursos.

¿En qué situación se encuentra la educación técnica en Nigeria?

Nigeria nunca ha dado la prioridad debida a la educación técnica reconociéndola como eje principal de la economía, cosa que han recordado recientemente portavoces del gobierno. Países como Alemania fueron capaces de recuperarse después de la segunda guerra mundial por la importancia que se dio a la educación técnica. Durante mucho tiempo, en nuestro país se han despreciado las habilidades manuales, resultando que muchos nigerianos han buscado en la educación universitaria la única opción de conseguir una educación dignificada. Con esta orientación en favor de trabajos menos manuales, incluso las pocas escuelas y politécnicas iniciadas por el gobierno no han sido capaces de cambiar esta desorientación de actitudes. El resultado sigue siendo una falta de formación y motivación de los alumnos, que no ayuda a vencer el paro.

Cuando las industrias seleccionan graduados de las escuelas técnicas, les tienen que formar de nuevo para mejorar sus capacidades. Teniendo en cuenta que estas industrias no disponen de la capacidad de formar un gran numero, la mayoría de los graduados siguen en el paro. Disponer y gestionar sus propias escuelas no ha sido del interés de las compañías, porque constituye una distracción de su foco de negocio primario. Se echa en falta el necesario compromiso e inversión. El IIT es, por tanto, una necesidad para el individuo y la industria.

¿Cuál ha sido la reacción de la industria local?

Desde el principio, las compañías de ámbito local han sido muy receptivas. Para nosotros, la más importante hasta la fecha ha sido la «Carnaud Metal Box» (CMB), que nos alquila los edificios.

Después de varias conversaciones, el 28 de mayo de 1999 llegamos a un acuerdo con la dirección de la empresa para alquilar su antigua escuela de formación, situada dentro del recinto de su fábrica, en el Polígono Industrial de Ogba, Ikega. Además, para comenzar nuestra actividad facilitaron tornos y otros equipos. Otras empresas también han donado máquinas para facilitar la formación.

Casi a diario, expertos del mundo de la industria visitan el IIT para conocerlo personalmente, y todos tienen gran esperanza, entusiasmo y palabras de alabanza.

Por Eugene Agboifo Ohu