📂 Descarga en PDF Diez días para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Gracias al Espíritu Santo los apóstoles tuvieron ánimo y audacia para salir a predicar el evangelio de Jesús.
El Decenario consiste en una oración al Espíritu Santo, en leer un texto del fundador del Opus Dei, y en una misión. “Es el quien hace el cambio -explica el Papa Francisco-, la transformación (...) El Espíritu Santo es capaz de hacer maravillas, cosas que ni siquiera podemos pensar”.
Oración de san Josemaría al Espíritu Santo
¡Ven, oh Santo Espíritu!: ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos: fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo: inflama mi voluntad... He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras...
(Oración compuesta por San Josemaría en abril de 1934)
Día 1 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Forja, 485
“En ocasiones, alguno me ha dicho: Padre, si yo me encuentro cansado y frío; si, cuando rezo o cumplo otra norma de piedad, me parece que estoy haciendo una comedia...
A ese amigo, y a ti —si te encuentras en la misma situación—, os contesto: ¿una comedia? —¡Gran cosa, hijo mío! ¡Haz la comedia! ¡El Señor es tu espectador!: el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo; la Trinidad Beatísima nos estará contemplando, en aquellos momentos en los que "hacemos la comedia".
—Actuar así delante de Dios, por amor, por agradarle, cuando se vive a contrapelo, ¡qué bonito! ¡Ser juglar de Dios! ¡Qué estupenda es esa recitación llevada a cabo por Amor, con sacrificio, sin ninguna satisfacción personal, por dar gusto a nuestro Señor!
—Esto sí que es vivir de Amor”.
Misión
Que con entera voluntad nos resolvamos a amar a Dios, sólo por ser quien es, no por lo que nos da ni por lo que nos ha prometido.
Día 2 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Es Cristo que pasa, 137
“Sólo cuando el hombre, siendo fiel a la gracia, se decide a colocar en el centro de su alma la Cruz, negándose a sí mismo por amor a Dios, estando realmente desprendido del egoísmo y de toda falsa seguridad humana, es decir, cuando vive verdaderamente de fe, es entonces y sólo entonces cuando recibe con plenitud el gran fuego, la gran luz, la gran consolación del Espíritu Santo.
Es entonces también cuando vienen al alma esa paz y esa libertad que Cristo nos ha ganado, que se nos comunican con la gracia del Espíritu Santo”.
Misión
Pedir y buscar la paz de mi alma, disposición necesaria para que el Espíritu Santo habite siempre en mí. Detectar qué me quita la paz y ponerlo en manos de Dios.
Día 3 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Surco, 283
“Camino seguro de humildad es meditar cómo, aun careciendo de talento, de renombre y de fortuna, podemos ser instrumentos eficaces, si acudimos al Espíritu Santo para que nos dispense sus dones.
Los Apóstoles, a pesar de haber sido instruidos por Jesús durante tres años, huyeron despavoridos ante los enemigos de Cristo. Sin embargo, después de Pentecostés, se dejaron azotar y encarcelar, y acabaron dando la vida en testimonio de su fe”.
Misión
Tomarme en serio mis ratos de oración. Así podré meterme en Tu vida y juntos dar testimonio de mi fe.
Día 4 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Forja, 759
“Me he propuesto frecuentar más al Paráclito, y pedirle sus luces, me has dicho.
—Bien: pero recuerda, hijo, que el Espíritu Santo es fruto de la Cruz”.
“Nuestro Señor Jesús lo quiere: es preciso seguirle de cerca. No hay otro camino. Esa es la obra del Espíritu Santo en cada alma —en la tuya—: sé dócil, no opongas obstáculos a Dios, hasta que haga de tu pobre carne un Crucifijo”.
Misión
La mortificación. Ofrecerle lo que me cuesta, mis dificultades. Ayudarle a llevar la Cruz con una sonrisa.
Día 5 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Es Cristo que pasa, 135
“Docilidad, en primer lugar, porque el Espíritu Santo es quien, con sus inspiraciones, va dando tono sobrenatural a nuestros pensamientos, deseos y obras. El es quien nos empuja a adherirnos a la doctrina de Cristo y a asimilarla con profundidad, quien nos da luz para tomar conciencia de nuestra vocación personal y fuerza para realizar todo lo que Dios espera. Si somos dóciles al Espíritu Santo, la imagen de Cristo se irá formando cada vez más en nosotros e iremos así acercándonos cada día más a Dios Padre. Los que son llevados por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios”.
Misión
Entrenar la docilidad. Pedir luz para ver y fuerza para querer lo que Tú quieras.
Día 6 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Es Cristo que pasa, 127
“Sabían que sólo en Jesús podían encontrar palabras de vida eterna, y estaban dispuestos a seguirle y a dar la vida por Él, pero eran débiles y, cuando llegó la hora de la prueba, huyeron, lo dejaron solo. El día de Pentecostés todo eso ha pasado: el Espíritu Santo, que es espíritu de fortaleza, los ha hecho firmes, seguros, audaces. La palabra de los Apóstoles resuena recia y vibrante por las calles y plazas de Jerusalén”.
Misión
Pedir el don de fortaleza para vencer las dificultades que me encuentre en mi camino de fidelidad a Dios.
Día 7 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Es Cristo que pasa, 131
“Por encima de las deficiencias y limitaciones humanas, insisto, la Iglesia es eso: el signo y en cierto modo —no en el sentido estricto en el que se ha definido dogmáticamente la esencia de los siete sacramentos de la Nueva Alianza— el sacramento universal de la presencia de Dios en el mundo. Ser cristiano es haber sido regenerado por Dios y enviado a los hombres, para anunciarles la salvación. Si tuviéramos fe recia y vivida, y diéramos a conocer audazmente a Cristo, veríamos que ante nuestros ojos se realizan milagros como los de la época apostólica”.
Misión
Soñar con los milagros que veré si soy fiel y vivo con fe y audacia mi vida cristiana.
Día 8 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Camino, 762
“Acto de identificación con la Voluntad de Dios: ¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!”
“Tres puntos importantísimos para arrastrar las almas al Señor: que te olvides de ti, y pienses sólo en la gloria de tu Padre Dios; que sometas filialmente tu voluntad a la Voluntad del Cielo, como te enseñó Jesucristo; que secundes dócilmente las luces del Espíritu Santo”.
Misión
Crecer en confianza en Dios. Preguntarte sin miedo cuál es el plan que has pensado para que yo sea feliz. Fiarme de Ti.
Día 9 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Forja, 671
«Dice Jesús: "quien a vosotros oye a mí me oye".
—¿Crees todavía que son tus palabras las que convencen a los hombres?... Además, no olvides que el Espíritu Santo puede valerse para sus planes del instrumento más inepto».
«”Id, predicad el Evangelio… Yo estaré con vosotros…” —Esto ha dicho Jesús... y te lo ha dicho a ti».
Misión
Pedir el don de consejo para ayudar a los demás y facilitarles su encuentro con Dios.
Día 10 para preparar la fiesta del Espíritu Santo
Texto: Es Cristo que pasa, 134
“Vivir según el Espíritu Santo es vivir de fe, de esperanza, de caridad; dejar que Dios tome posesión de nosotros y cambie de raíz nuestros corazones, para hacerlos a su medida. Una vida cristiana madura, honda y recia, es algo que no se improvisa, porque es el fruto del crecimiento en nosotros de la gracia de Dios. En los Hechos de los Apóstoles, se describe la situación de la primitiva comunidad cristiana con una frase breve, pero llena de sentido: perseveraban todos en las instrucciones de los Apóstoles, en la comunicación de la fracción del pan y en la oración”.
Misión
Volver a lo esencial y tratar de vivir conforme a las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.