La grandeza de la vida corriente
Homilía pronunciada el 11–03–1960 en la que san Josemaría glosó una de las ideas que más predicó a lo largo de su vida: la grandeza de la vida ordinaria del que se sabe hijo de Dios.
La Santa Misa, centro y raíz de la vida del cristiano
Artículo de Ángel García Ibáñez publicado en Romana (enero-junio 1999).
Donde Dios nos quiere: crear la unidad de vida (II)
Segunda entrega sobre la unidad de vida. El autor reflexiona sobre la necesidad de aceptar el lugar en el que Dios nos ha puesto y ahí buscar Su presencia.
«He aprendido a no juzgar un libro por su portada»
Michael Miley, baterista de los "Rival Sons" descubrió a Dios gracias a un amigo guitarrista. Desde entonces busca ser mejor padre, mejor esposo, mejor amigo y por supuesto, tocar la batería siempre con la mirada puesta en el Cielo.
Dios está siempre con nosotros
San Josemaría nos ayuda vivir conscientes de que Dios está junto a nosotros, vivimos en presencia de Dios, estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos, ocurra lo que ocurra, en medio de las actividades de cada día.
Evangelio del domingo: ser morada de Dios
Comentario del 6.º Domingo de Pascua (ciclo C). “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él”. La Trinidad se ha enamorado de cada uno de nosotros, ¿cómo responder a tanto amor? San Agustín nos da un consejo: "Ámalo y se te acercará; ámalo y habitará en ti".
3 de mayo: santos Felipe y Santiago, apóstoles
Comentario de la Fiesta de los santos Felipe y Santiago apóstoles. “Nadie va al Padre si no es a través de mi”. El camino de nuestra vida ordinaria es vivir como Cristo, luchando por cumplir la voluntad del Padre.
Evangelio del lunes: luchar acompañados
Comentario del lunes de la 7.ª semana de Pascua. “No estoy solo porque el Padre está conmigo”. Nunca estamos solos. Jesús nos acompaña siempre, y más en los momentos difíciles aunque parezca que no está a nuestro lado.
Evangelio del martes: olvido de Dios
Comentario al Evangelio del martes de la 6.ᵃ semana del tiempo ordinario.“¿Todavía no entendéis ni comprendéis? ¿Tenéis endurecido el corazón?”. Para comprender a Jesús necesitamos un corazón que le escuche en la oración, para que se entable con Él un diálogo sincero.