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“La vida era tranquila sin Dios, ¿para qué complicarse?”: relato de una conversión sencilla

Magdalena es una joven madre de Filipinas que había aparcado la fe a los 19 años. Y vivía una vida serena. Sin embargo, la ausencia de Dios se hizo demasiado pesada. Así lo relata en este testimonio.

Quien tiene un amigo... se puede acercar a Dios

Lucía y Óscar cuentan sus historias unidas por un rasgo común: en ellas la amistad es no solo un tesoro humano, sino también una vía de regreso a Dios.

Un pez evangélico en aguas católicas

Joel Zambrano, guatemalteco e ingeniero, conoció la fe cristiana gracias a su novia; siete años después recibió el bautismo y la confirmación. Ahora, vive su fe siguiendo la espiritualidad del Opus Dei. En estas líneas, relata su conversión.

«El lama me dijo que tenía que ir a Misa todos los días»

Raquel Escudier es de San Fernando (Cádiz), está casada y es madre de dos hijos. Su vida dio un giro radical el día que un lama, un maestro espiritual del budismo, le dijo que tenía que ir a Misa todos los días.

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Conversa, bailarina y madre: la historia de María

Compartimos la última historia de una serie de 10 entrevistas por el 75 aniversario del Opus Dei en Gran Bretaña.

«La invitación de un amigo cambió mi vida»

Mis papás y mi hermana son evangélicos; yo también, por mucho tiempo de mi vida, fui evangélico. Hasta que la invitación de un amigo cambió mi vida.

Donde me sentí seguro por primera vez

En la década de los 80, Ilyas encontró en Netherhall House un lugar donde era respetado, y donde comenzó su viaje hacia el cristianismo.

Ese Erasmus en Países Bajos lo cambió todo

Perdió a su madre cuando tenía 5 años. Más tarde estudió arquitectura. Dios era más bien una ocupación entre el fútbol, la universidad y los amigos. En Eindhoven se dio cuenta de que no podía ser cristiano sólo los domingos. Ahora se dedica a la agricultura y es el orgulloso padre de una familia numerosa.

La Misericordia divina

Textos de san Josemaría Escrivá sobre la misericordia de Dios.

Yo reté a Dios: “Esta es tu última oportunidad”

Cuenta el Génesis que Jacob pasó toda una noche luchando con Dios. Fue una batalla cuerpo a cuerpo que terminó con un fémur dislocado… y la bendición de Dios. La batalla de Alonso fue todavía más larga pero no menos dura e intensa. Y como en el caso de Jacob, ganó Dios. Y con ello, ganaron los dos.

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