Tú no los olvides

Tras la enfermedad de su esposa, Edmundo Yeomans fundó y ha dirigido la “Asociación Alzheimer de Los Mochis, I.A.P.”

Mi lema es: “Si ellos (los enfermos de Alzheimer) no te recuerdan, tú no los olvides”.

Edmundo Yeomans trabajó como técnico en una despepitadora de algodón. Luego para una compañía como responsable de compras de algodón en todo México, que posteriormente se exportaba a Europa y Japón. Más tarde incursionó en el negocio de restaurantes y puso un negocio de renta de videos.

Después de jubilarse, su esposa Bertila enfermó de Alzheimer, lo que lo llevó a fundar y dirigir la Asociación Alzheimer de Los Mochis, I.A.P. Edmundo es supernumerario del Opus Dei, y amablemente nos concedió esta entrevista.

 ¿Cuál es el propósito de la Asociación Alzheimer de Los Mochis, I.A.P.?

Mejorar la calidad de vida principalmente de los enfermos del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas; además de apoyar a los familiares para que, sin descuidar sus actividades cotidianas, reciban el apoyo profesional que demandan sus enfermos. Damos charlas a los pacientes y sus familiares, les ayudamos a manejar la situación de tal manera que puedan tener tiempo de trabajar y sostenerse.

¿Cómo nació esta asociación?

Cuando enfermó mi esposa, tuve necesidad de aprender cómo tratar a una persona con una enfermedad de esa gravedad y costo. Comencé a asistir a unas pláticas sobre el tema, donde participábamos alrededor de 100 personas. Intuía que tenía que emprender “algo”. Al término de la segunda reunión, decidí iniciar la asociación. Al compartir estas inquietudes con otras personas, recibí el apoyo de mucha gente, como Ernesto Cangas, Paty Yeomans y Libby Lizárraga.

Fui a Ciudad Obregón, Sonora, en donde había una estancia para atender a pacientes con esta enfermedad, y ahí observe cómo trabajaban. Cuando regresé constituí la Asociación Alzheimer de Los Mochis, I.A.P. con ayuda de Fundación ALE y de las Hermanas Rosa María, Rima y Emma Ibarra. Una vez constituída, comenzamos la difusión y la solicitud de apoyos; pronto respondieron varios empresarios de la región, entre ellos el ingeniero Guillermo Elizondo, el señor Idelfonso Salido, y los señores José y Roberto Balderrama.

Hicimos las gestiones necesarias para ofrecer beneficios fiscales, hacernos de recursos gubernamentales, etcétera. Ya organizados nos presentamos en el DIF del Municipio para poner nuestro trabajo a disposición de las autoridades.

Después de un año de trabajo conseguimos una casa que renta el DIF y actualmente estamos trabajando junto con ellos en la donación de un terreno por parte del Ayuntamiento, para la construcción de una casa permanente.

¿Cómo influye el espíritu del Opus Dei en esta etapa de tu vida para sacar adelante esta asociación?

Pienso que la visión para emprender esta Asociación y la fuerza para sacarla adelante son un regalo de san Josemaría Escrivá.

Vivir el espíritu del Opus Dei me ayudó a darme cuenta de que mi circunstancia ordinaria, ahora como jubilado, era la atención de mi esposa y la labor con muchas personas. Pienso que la visión para emprender esta Asociación y la fuerza para sacarla adelante son un regalo de san Josemaría Escrivá de Balaguer.

Cuando empezaron los tiempos difíciles con la enfermedad de mi querida esposa Bertila, por dos años no pude dormir bien. De la oración obtuve la paciencia. Actualmente sigo durmiendo con mi esposa en el mismo cuarto, yo la cuido en todo, por amor a ella y a Dios Nuestro Señor. Mi lema es: “Si ellos (los enfermos de Alzheimer) no te recuerdan, tú no los olvides”.

Además, todo esto me sirve para hacer apostolado. He tratado con muchas personas alejadas de la fe católica o que son poco practicantes. A través del trato personal se han ido acercando de nuevo a la fe, a tal grado que la gente me ve con mucho amor y mucho cariño. Se vive mucho la caridad.

Yo no creo que tenga mucho mérito lo que hago. Me han ayudado muchas personas, como mi hija Paty, que me lleva a todos lados y me atiende. También la ciudad de Los Mochis, que debió llamarse “Ciudad Generosa”, me ayuda mucho; y pido que se ore mucho por toda la labor que se lleva a cabo actualmente.