Todo es motivo para adorar a Dios

Durante la Misa que celebró en la Basílica de Guadalupe en honor a San Josemaría, Mons. Carlos Briseño, O.A.R., señaló que los cristianos tenemos la oportunidad de hacer ofrendas agradables a Dios todos los días.

El sábado 25 de junio, Mons. Carlos Briseño Arch, O.A.R., Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, celebró en la Basílica de Guadalupe una Misa en honor a San Josemaría Escrivá de Balaguer, cuya memoria litúrgica se celebra cada 26 de junio.

Después de la lectura de los textos propios de la fiesta, tomados del libro del Génesis y del Evangelio según San Lucas, Mons. Briseño recordó la aportación que hizo San Josemaría a la Iglesia al fundar el Opus Dei, y señaló la importancia que tiene para los cristianos el poder hacer ofrendas agradables a Dios todos los días.

El Obispo citó una idea del Concilio Vaticano II expresada por Mons. Javier Echevarría en su última carta mensual, para recordar a los cientos de fieles reunidos en la Basílica lo importante que es adorar a Dios.

«Es importante que a lo largo del día tengamos pequeños actos de adoración a Dios, desde el ofrecimiento del día (…), hasta el momento en que salimos de un lado y vamos a otro (…). Todo en la vida es motivo para adorar a Dios», dijo Mons. Carlos Briseño.

«Si las gentes no adoran a Dios, se adorarán a sí mismas en las diversas formas que registra la historia: el poder, el placer, la riqueza, la ciencia, la belleza...; sin percatarse de que todo eso, desvinculado de su fundamento último que es Dios, se esfuma: la criatura sin el Creador desaparece».

Como parte fundamental de la adoración a Dios, Mons. Briseño destacó el gran valor que tiene meditar las Sagradas Escrituras y hacer pequeños actos de amor a lo largo de la jornada, en especial durante la participación en la misa.

Recordó también una constante en el mensaje de San Josemaría: que en la oración hemos de procurar intervenir en los pasajes del Evangelio como un personaje más.

El Obispo Auxiliar dio gracias a Dios por la próxima celebración del 60 aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa Benedicto XVI y por los 67 años transcurridos de la ordenación de los tres primeros sacerdotes del Opus Dei: Mons. Álvaro del Portillo, Don José María Hernández Garnica y Don José Luis Múzquiz, que tuvo lugar el 25 de junio de 1944.