Primero es Dios

En este hogar de Ecatepec, México, el Fundador del Opus Dei es sencillamente Josemaría. Como nos explica Eloísa, él aquí es portavoz, consejero y amigo. Lo que un santo debe ser.

Al encuentro con Dios

Yo siento que uno de los principales mensajes, incluso en su misma oración lo dice, es que el encuentro con Dios es nuestra misma vida cotidiana, sea en el matrimonio, sea en el trabajo, sea en cualquier lugar, ahí es donde nosotros tenemos ese encuentro diario con Dios, y que a través de nuestra vida ordinaria, o de nuestras mismas actividades vamos nosotros teniendo esa santificación. Por ejemplo yo, mis niños, que me tengo que levantar en la mañana y que les tengo que dar de desayunar, que los tengo que cambiar de pañal, bueno, todo lo que requiere un bebé, que todo lo hagamos con amor porque a través de servirle a nuestros hijos le estamos sirviendo a Dios mismo, o sea primero es Dios mismo, el amor que lo ofrezcamos a Dios, y después el amor al prójimo.

La hoja informativa, el origen de una amistad

Esa hoja informativa, dice mi hermana, la estuvieron repartiendo en el trabajo de mi hermano. Él estaba trabajando y me imagino que alguna persona que conocía en ese momento a San Josemaría se dedicó a distribuir los folletos. Dice mi hermana que llegó mi hermano del trabajo a visitarla y dejó la hoja informativa en la mesa y le dice “bueno, ¿y ese folleto qué?”, y dice mi hermano “es de unas personas que estaban repartiendo esas hojitas”. A mi hermana le interesó, la empezó a leer y dice que había varios testimonios, decía quien era Josemaría, y la guardó.

Mi portavoz

Pasó un tiempo y mi hermano se quedó sin trabajo - el que le había llevado la hoja informativa-, entonces mi hermana me dice “oye, mira, en la hoja informativa hay muchos testimonios de enfermedades, de muchas necesidades que tenemos como personas, vamos a hacer la novena de Josemaría”. A mi me dio una estampita y me sacó una copia. “Vamos a hacer la novena para ver si Dios le concede trabajo a Armando”, se llama Armando mi hermano. Hicimos la novena y se quedó. Josemaría está siendo como que el portavoz, como diciendo “mira, ella necesita de ese favor”.

A ver, ¿Qué van a hacer?

Una de las hojitas informativas que leí dice “San Josemaría y las familias”, y dice que nosotros, antes que nada, debemos llevar una buena relación como esposos. Josemaría nos habla también de cómo educar cristianamente a nuestros niños, y yo sí lo hago. Mire, yo, por ejemplo, con mis gorditos, le doy gracias a Dios cuando me siento a comer y les digo, “a ver, ¿qué van a hacer? Y ya mi niña dice “tenemos que darle gracias a Diosito de comer”, y dejo que ellos lo hagan con sus propias palabras.