¿Por qué es discreto el bajo?
El bajo es un instrumento discreto porque tiende a ser poco brillante en el conjunto; no es tan estelar como el vocalista o la guitarra o los violines en la orquesta, es más de soporte, de cimiento, aunque también tiene sus ratos de brillar.
¿Cómo vive un músico el espíritu del Opus Dei?
Como todas las personas del Opus Dei: trabajando bien y ofreciéndoselo a Dios. No es lo mismo tocar las cosas con atención que sin atención, tocarlas pensando en tener cómodos a los demás con los que se está tocando y tener una visión trascendente. No es que yo esté tocando una nota que se va a apagar y no va a quedar nada de esa nota, sino que sé que de algún modo trasciende y se le puede ofrecer a Dios y que eso tiene rédito en la vida eterna.
¿Cómo te ha ayudado San Josemaría?
Las enseñanzas de San Josemaría me han servido en mi trabajo para preocuparme en la parte humana de la gente, no sólo si el conjunto está sonando bien, si mi instrumento está sonando bien o si me están pagando mucho o si la gente me está admirando. Me ayuda a preocuparme realmente por la gente, que mi roce en la vida con ellos, que a veces es breve y a veces es más largo, deje huella, que deje alguna parte positiva que lleve a los demás a descubrir esa llamada que todos tenemos a la santidad, y a través de ese trato, de esa amistad, irles descubriendo un panorama que a mí me han hecho descubrir y que me ha llenado la vida.
Sabemos que a San Josemaría le gustaba cantar. ¿Para qué sirve la música?
La música podría no tener una utilidad material, inmediata, pragmática, pero definitivamente nos sirve a todos. San Josemaría vivía esto. Hay tantas anécdotas de cómo llenaba las carreteras de Europa con canciones y Avemarías. El cantar, el hacer música, une a la gente de una manera que va más allá de las palabras y que va más allá de un estar cerca, sino que une, tal vez, los espíritus de las personas y eso es lo que hace que la música sea tan importante, como lo fue para San Josemaría y como lo es para toda la gente.
Benedicto XVI afirmó que a Dios se le encuentra en las bellas artes, ¿qué representan éstas en el siglo XXI, en concreto, la música?
Las bellas artes, en el siglo XXI, representan una oportunidad de convivencia y de descubrimiento del espíritu humano que va más allá de la realidad sensible. Nos da una apertura y una sensibilidad hacia otras realidades que son tal vez menos tangibles, pero no menos importantes.
¿Te creen que eres del Opus Dei?
La gente me cree que soy del Opus Dei a veces: me lo creen cuando no saben qué es el Opus Dei, cuando ya han oído algo del Opus Dei, no me creen, pero después de algún interrogatorio, que siempre se encargan de hacer, me dan por buena la respuesta.